La filial británica de Pontegadea, el vehículo inversor de Amancio Ortega, experimentó en 2023 una reducción en el valor de sus activos inmobiliarios hasta los 2.747 millones de euros, lo que supone una caída del 11% respecto a los 3.113 millones registrados el año anterior.
En comparación con 2021, el ajuste ha sido del 20%, reflejando el impacto del mercado inmobiliario británico en los últimos años.
Esta disminución responde principalmente a la evolución de los tipos de interés, que afectí a la valoración de los inmuebles, especialmente en el sector de oficinas, uno de los más perjudicados en los últimos ejercicios.
Pontegadea GB 2020 cerró el ejercicio 2023 con unas pérdidas de 34 millones de euros, contrastando con el beneficio de 51 millones obtenido en 2022.
La facturación también experimentó un leve retroceso, situándose en 108 millones de euros, un 4% menos que los 112 millones ingresados el año anterior por el cobro de alquileres a los inquilinos de sus edificios.
Además, la compañía registró un resultado de explotación negativo de 10 millones de euros, reflejando el impacto de la caída del valor de sus activos en la rentabilidad operativa.
Estrategia y auditoría de Pontegadea
A pesar del escenario adverso, la compañía mantiene su estrategia de reinversión y optimización de la gestión de sus activos financieros como base para su crecimiento a largo plazo.
Pontegadea GB 2020 forma parte de la reestructuración llevada a cabo por el holding de Amancio Ortega hace cinco años para consolidar sus inversiones inmobiliarias en Reino Unido.
En 2023, Deloitte asumió la auditoría de la sociedad, reemplazando a EY en la supervisión de Pontegadea GB 2020 y Pontegadea UK.
A cierre del ejercicio, la filial británica contaba con deducciones fiscales pendientes de 122 millones de euros y bases imponibles negativas por un total de 6 millones, lo que refleja un ligero incremento respecto al año anterior.
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