La compañía minera noruega Rare Earths Norway (REN) anunció esta semana el descubrimiento del mayor depósito de tierras raras de Europa continental en el complejo de Fen Carbonatita. Tras tres años de exploración, la empresa estima que la zona cuenta con una vasta capa de recursos minerales a una profundidad de hasta 468 metros bajo el nivel del mar.
Un hallazgo sin precedentes
El complejo de Fen Carbonatita, situado a unos 100 kilómetros de Oslo, contiene aproximadamente 8,8 millones de toneladas de óxidos de tierras raras, con una perspectiva razonable para una eventual explotación económica. De esta cantidad, se estima que 1,5 millones de toneladas están relacionadas con tierras raras utilizadas en imanes esenciales para vehículos eléctricos y aerogeneradores. Si se confirman estas cifras, el yacimiento de Fen Carbonatita superaría al de Kiruna en Suecia, que hasta ahora se consideraba el mayor en el continente europeo con unos 2 millones de toneladas.
Importancia estratégica
Las tierras raras son minerales cruciales para la transición energética, la alta tecnología y la defensa. La Unión Europea considera estos metales, que incluyen unos 17 elementos, como materias primas críticas debido a su suministro escaso y muy concentrado, con China controlando el 70% de la extracción y el 90% del procesamiento global. Actualmente, Europa no produce ni un gramo de tierras raras y depende totalmente de importaciones.
China, en un movimiento geopolítico significativo, impuso a finales del año pasado un veto a la exportación de sus tecnologías para separar y procesar estos minerales, subrayando aún más la necesidad de fuentes alternativas de suministro para Europa.
Perspectivas de explotación
REN, una empresa de capital privado, es muy optimista respecto al potencial del yacimiento y prevé una decisión final de inversión de 10.000 millones de coronas noruegas (aproximadamente 870 millones de euros) para 2030. El objetivo es iniciar la primera fase de desarrollo del complejo de Fen Carbonatita. Si el proyecto avanza según lo planeado, la extracción podría cubrir el 10% de la demanda de tierras raras de la Unión Europea.
Implicaciones para Europa
El descubrimiento y eventual explotación del depósito de tierras raras en Noruega podría representar un cambio significativo para la independencia energética y tecnológica de Europa. Reducir la dependencia de China en el suministro de estos minerales críticos es esencial para la seguridad económica y geopolítica del continente.
El hallazgo de Rare Earths Norway en el complejo de Fen Carbonatita marca un hito en la minería europea y ofrece una esperanza tangible para una mayor independencia en la producción de tierras raras. Con una inversión significativa y un desarrollo estratégico, este yacimiento podría posicionar a Europa en una mejor situación frente a los desafíos globales en la transición hacia tecnologías más sostenibles y avanzadas.
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