Renfe ha confirmado su compromiso con la neutralidad de emisiones de carbono para 2030, adelantándose dos décadas al objetivo europeo fijado para 2050, en un paso que refuerza su papel como pilar de la movilidad sostenible en España, según ha informado la compañía durante la Semana Europea de la Movilidad.
La empresa destaca que, más allá de su contribución a la lucha contra el cambio climático, el ferrocarril ofrece ventajas ambientales y sociales significativas: reduce la congestión urbana, mejora la calidad del aire y disminuye la siniestralidad, gracias a su eficiencia, seguridad y limpieza.
Para materializar estos objetivos, Renfe ha aprobado su primer Plan Director de Sostenibilidad, que marca la hoja de ruta en materia ambiental, social y de buen gobierno. Actualmente, todos los servicios prestados con tracción eléctrica cuentan con la certificación ‘Carbono Neutro’ de AENOR, y la compañía planea extender esta certificación al 100% de su flota, eliminando el uso de combustibles fósiles que hoy representan menos del 10% de sus trayectos.
Bajo el lema europeo “Movilidad para todas las personas”, Renfe refuerza también su papel como herramienta de cohesión social, facilitando el transporte diario de miles de ciudadanos y promoviendo la movilidad inclusiva, independientemente de la renta, edad o condición física.
Entre las iniciativas recientes destaca el Plan Tren+Bici, que elimina el suplemento para transportar bicicletas en los servicios de Media Distancia y permite llevarlas sin desmontar en las rutas Avant, fomentando un transporte más flexible, accesible y sostenible.
Con estas medidas, Renfe se consolida como un referente europeo en movilidad sostenible, combinando innovación, responsabilidad ambiental y compromiso social, y marcando un estándar adelantado en la lucha contra el cambio climático y la promoción de la accesibilidad en el transporte público.
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