Las ambiciones nucleares de Rolls-Royce reciben un gran impulso con un contrato clave en la República Checa.
El gigante británico de ingeniería ha sido seleccionado para construir minicentrales nucleares en la República Checa, tras superar la competencia de rivales franceses, estadounidenses y japoneses. La empresa ha sido designada como proveedor preferente por el grupo energético estatal checo CEZ.
El acuerdo permitirá a Rolls-Royce desarrollar pequeños reactores modulares (SMR), con el primero programado para construirse cerca de la planta nuclear de Temelin antes de 2035. Los SMR, más pequeños y eficientes que los reactores nucleares convencionales, se pueden fabricar en fábricas, lo que acelera su construcción y reduce costos.
La energía nuclear es vista como una pieza clave para lograr la transición hacia un futuro de cero emisiones netas, y este acuerdo posiciona a Rolls-Royce como un actor fundamental en ese proceso. La compañía también tiene planes para construir 16 SMR en el Reino Unido.
El secretario de Comercio y Empresa del Reino Unido, Jonathan Reynolds, calificó el acuerdo como «un voto de confianza extraordinario en la ingeniería británica». Entre los otros postores que compitieron por el contrato estaban el gigante estadounidense Westinghouse, el grupo GE Hitachi y la francesa EDF.
El director ejecutivo de Rolls-Royce SMR, Chris Cholerton, describió el anuncio como un momento «histórico» para la empresa y para la tecnología nuclear global.
Llegar a la luna
Rolls-Royce presentó su innovador microrreactor nuclear, diseñado para ser enviado a la Luna en 2030. Este proyecto busca proporcionar energía tanto para la habitabilidad y exploración de superficies planetarias como para la propulsión de naves espaciales.
Este avance se suma a los 2,9 millones de libras que Rolls-Royce recibió en marzo de 2023 de la Agencia Espacial Británica, destinados a investigar cómo la energía nuclear puede ser fundamental en la creación de una base lunar para astronautas. Las tecnologías reveladas recientemente representan el resultado de esta investigación.
Durante el último año, los equipos de Rolls-Royce, en colaboración con socios estratégicos, han trabajado en diferentes áreas clave del microrreactor, financiados por la Agencia Espacial del Reino Unido. Estos esfuerzos se han centrado en desarrollar el combustible necesario para generar calor, los métodos de transferencia térmica, y las tecnologías para convertir ese calor en electricidad, esenciales para hacer viable el proyecto.
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