Banco Sabadell ha mantenido contactos preliminares con Abanca para explorar una posible fusión entre ambas entidades como vía para frenar la opa hostil lanzada por BBVA. Según publica Expansión, el movimiento contaría con el respaldo del Gobierno y del Banco Central Europeo, al suponer la creación del cuarto mayor grupo bancario del país, solo por detrás de CaixaBank, Santander y el propio BBVA.
La operación permitiría a Juan Carlos Escotet, actual propietario del 85% de Abanca, convertirse en el primer accionista del grupo resultante, con una participación cercana al 25%. No obstante, desde la entidad gallega aseguran no tener interés en llevar a cabo esta integración.
El principal escollo, por tanto, es la falta de predisposición de Abanca a participar en la operación. A esto se suma que Sabadell, para poder iniciar cualquier negociación formal, debería convocar una junta extraordinaria de accionistas que le permitiera levantar el “deber de pasividad”, la restricción legal que impide a las empresas opadas adoptar medidas defensivas sin consentimiento de su junta. No es un movimiento nada sencillo para Sabadell, pero si que alerta al BBVA.
La semana pasada, el consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno, ya señaló públicamente que veía poco margen para operaciones corporativas con otros bancos medianos, debido al escaso apetito mostrado por estas entidades. En este contexto, la posible fusión con Abanca aparece como un intento de explorar alternativas estratégicas ante el asedio de BBVA, aunque su viabilidad sigue en entredicho. Esta unión puede ser un antes y un después en cuanto a la OPA.
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