Sabadell vuelve a Cataluña y deja KO cualquier trato con BBVA

sabadellBanco Sabadell

El Banco Sabadell ha decidido volver a sus raíces, trasladando su sede de nuevo a Cataluña, en la Plaça de Sant Roc nº 20. Una movida que deja completamente en pausa cualquier posibilidad de reconducir la oferta pública de adquisición (opa) que le lanzó BBVA hace un tiempo. Este giro estratégico fue aprobado por el consejo el miércoles, y parece ser el golpe definitivo a una negociación que ya estaba medio fría.

La historia viene de lejos. En mayo del año pasado, Sabadell rechazó la oferta de BBVA porque consideraba que «les estaban ofreciendo muy poco». Y ojo, que el presidente de BBVA, Carlos Torres, ya había dejado claro que esa era su mejor oferta. Sin embargo, aunque públicamente los vascos juraban que no habría subidas, algunas voces por ahí decían que el tema no estaba del todo cerrado y que podría haber un último intento por convencer al Sabadell.

El mejor momento para apretar con una oferta más jugosa habría sido antes de abrir el periodo formal de adhesión a la opa. Pero todo eso dependía de lo que dijera la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) y de si BBVA podía asumir las condiciones. Ahora, con la vuelta del Sabadell a Cataluña, la cosa se complica porque ya no es solo un tema empresarial: el asunto se ha politizado.

¿Por qué ahora?

El movimiento de Sabadell no es casual. Su cotización en bolsa ha estado últimamente por encima del precio que BBVA ofreció en su opa, haciendo que la oferta pierda atractivo. Analistas ya hablan de que BBVA tendría que subir el precio un 10 o 20% e incluso añadir un pago en efectivo para que esto tenga sentido. Pero claro, ya no queda mucho margen para negociar y las fuentes consultadas afirman que el consejo del Sabadell no va a ceder fácilmente.

La decisión de volver a Cataluña viene impulsada principalmente por el presidente de Sabadell, Josep Oliu, y está totalmente respaldada por el consejero delegado, César González-Bueno. Para ellos, este es un movimiento cargado de significado: volver a los orígenes. Recordemos que Sabadell tuvo su sede en el municipio que lleva su nombre desde 1881 hasta que en 2017 el clima político (el procés y el riesgo de secesión) obligó a mudarse a Alicante. En ese momento, el cambio fue necesario para frenar la fuga de depósitos y asegurarse el paraguas regulador del BCE.

Ahora, con el regreso a Cataluña, el Sabadell planea celebrar su próxima junta de accionistas en casa. Uno de los puntos clave en esa reunión será la vuelta a las recompras de acciones para hacer más atractiva la remuneración a los inversores. Pero este movimiento también tiene un trasfondo político y emocional importante: conecta con el sentimiento identitario catalán y con un accionariado local que ahora tiene más peso en la toma de decisiones.

Un contexto más tranquilo para Sabadell

La vuelta del Sabadell llega en un momento en el que la situación política en Cataluña está mucho más calmada. La victoria de Salvador Illa (PSC) ha rebajado el tono independentista desde la Generalitat y está animando a las empresas a volver para reactivar la economía regional. Además, el traslado ha recibido el visto bueno del Gobierno central, que nunca estuvo muy contento con la opa lanzada por BBVA. Especialmente porque llegó en plena campaña electoral catalana y sin consenso con el Sabadell.

Por si fuera poco, la decisión del Sabadell también encaja con las demandas de Junts, socios del Gobierno, que llevan tiempo presionando para que las empresas regresen a Cataluña. Así que, aunque esto pueda haber complicado las aspiraciones de BBVA, es un paso estratégico para Sabadell en varios frentes: económico, político y emocional.

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