La multinacional valenciana SanLucar, conocida por arrancar en el mundo de los cítricos, acaba de dar un paso importante para seguir creciendo en Europa. ¿Cómo? Pues apostando por el mercado francés con una operación inorgánica: se ha hecho con una participación relevante en la empresa gala Buonanno, especializada en frutas y verduras frescas.
Buonanno no es nueva en esto. La firma se mueve bien como importadora y exportadora, y tiene especial tirón en productos hortícolas como berenjenas, pimientos o calabacines, aunque también trabaja con lechugas, brócolis, coliflores o tomates. Un catálogo muy completo que a SanLucar le viene de lujo para ganar peso en este segmento.
Con esta jugada, SanLucar consigue meter un pie fuerte en Francia, concretamente en Perpiñán, y lo hace no solo con productos, sino también con infraestructura. El almacén y el equipo de Buonanno son clave para operar de forma más ágil y con presencia física real en el país, según explican desde la compañía que fundó el alemán Stephan Rötzer.
SanLucar, más logística, más músculo y más marca propia
El objetivo es claro: crecer en el retail francés con marca propia y usar la plataforma de cross-docking de Buonanno como centro logístico tanto para el mercado local como para envíos al sur de Europa. Es decir, quieren hacer más eficientes los tiempos y mejorar la distribución en zonas clave como España, Portugal e Italia, y hasta Marruecos.
Durante esta nueva etapa, Phillip Arroyo seguirá al frente de Buonanno como presidente hasta final de año, para facilitar la transición entre equipos.
Desde la dirección de SanLucar lo tienen claro: esta alianza no solo refuerza su presencia en Francia, sino que también les permite mirar a medio plazo con ambición. “Esta plataforma nos deja a menos de un día de países clave y permite entregar en todo Francia en menos de 24 horas”, dice Armin Rehberg, CEO del grupo.
Una red internacional con raíces valencianas
Por si alguien no la tiene aún en el radar, SanLucar es una de esas multinacionales que empezó en Valencia con los cítricos y ha acabado repartiendo fruta y verdura en más de 35 países. Además, produce en zonas tan variadas como Sudáfrica, Marruecos, Túnez, Ecuador o España.
Con esta última operación, la compañía sigue su camino para consolidarse como uno de los grandes players del sector agroalimentario europeo. Y todo apunta a que aún no han tocado techo.
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