Skoda ha dejado claro que no lanzará una contraopa por Talgo ni pretende controlarla, según expresó en una carta enviada ayer jueves a la dirección del fabricante español de trenes. Este comunicado responde a la solicitud del consejo de administración de Talgo, que diez días antes había pedido aclaraciones sobre la intención de Skoda de realizar una «integración industrial y combinación de negocio» sin proporcionar más detalles.
Antes de que venciera el plazo otorgado por los principales accionistas de Talgo, que caducaba este jueves, Skoda envió una nueva carta con más detalles sobre su oferta. Aunque Talgo no quiso revelar inicialmente el contenido, pasada la medianoche remitió la carta completa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para su publicación, pese a que Skoda había solicitado confidencialidad.
En la misiva, Skoda solicita a Talgo «abrir un diálogo» para explorar una fusión entre ambas empresas, proponiendo iniciar un proceso de auditoría (due diligence) que permita combinar sus negocios. Skoda descarta lanzar una contraopa por Talgo, como le reclamaban los accionistas y el regulador bursátil CNMV, que ha apoyado al consorcio húngaro Ganz-MaVag, el cual sí presentó una opa.
Skoda muestra públicamente su falta de interés en tomar el control de Talgo como una estrategia para obtener una exención del regulador bursátil que permitiría al Gobierno evitar que los húngaros se hagan con la compañía, según indicó en privado el ministro Óscar Puente y otros miembros de Moncloa.
«Nuestro objetivo principal no es lograr el control de Talgo. Tampoco pretendemos privatizar la compañía, por lo que no estamos considerando lanzar una oferta por sus acciones», explica el CEO de Skoda, Petr Novotny, en su carta. Añade que la fórmula para llevar a cabo la integración entre ambas firmas sería parte del análisis a realizar en su debido momento.
Skoda considera que su propuesta es «seria y legítima» y asegura que, en relación con la due diligence, «nada impide» al Consejo de Talgo abrir sus libros a pesar de la opa en marcha, aunque reconoce que depende del consejo «facilitar o no dichas alternativas». La decisión de fusionarse correspondería a la Junta de Accionistas de Talgo, por lo que insta a sus directivos a «explorar esta vía y proporcionarnos la información solicitada para crear más opciones para la compañía».
Siete plantas y mayor capacidad
En cuanto a la capacidad industrial, Skoda pone a disposición de Talgo siete plantas con 300.000 metros cuadrados y propone abrir un espacio adicional de otros 65.000 m² para «acomodar las necesidades de producción» del fabricante español, que estima en un valor de entre 1 y 1,5 millones de horas al año. El grupo checo tiene una capacidad productiva de alrededor de 6 millones de horas al año.
Además, Skoda ofrece sus fábricas, capacidad y experiencia en áreas donde asegura que Talgo «requiere asistencia», como la soldadura de aluminio y acero, pruebas, puesta en servicio, pintura, componentes de propulsión y procesos de producción eléctrica. «El desarrollo de esas capacidades, herramientas y experiencia es un proceso a largo plazo que se extiende más allá de tres años», explica para justificar su plan.
Según el directivo checo, la integración de Skoda y Talgo crearía «una entidad integral con una amplia gama de soluciones para clientes en diversos segmentos, incluidos larga distancia, interurbano y urbano». También destaca que la combinación de carteras de pedidos «ofrecería sinergias significativas en la adquisición, conduciendo a economías de escala en la contratación» y «ampliaría significativamente el alcance de sus mercados». Talgo opera en 7 mercados y Skoda en 20, especialmente en Europa Central, del Norte y del Este.
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