Talgo enfrenta un 2025 lleno de incógnitas: ¿cambio de manos a la vista?

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El inicio de 2025 marca un momento clave para el fabricante de trenes Talgo, que podría ver un cambio significativo en su estructura accionarial. El acuerdo entre sus principales socios, la familia Oriol (7%), el fondo británico Trilantic (30%) y el family office Torreal de la familia Abelló (3%) llega a su fin, abriendo la puerta a movimientos estratégicos y potenciales ventas de acciones. 

El fin de un pacto histórico 

Desde 2015, estos accionistas han operado bajo el paraguas de Pegaso Transportation, un vehículo societario diseñado para coordinar sus decisiones. Una de sus cláusulas clave, la llamada «cláusula de arrastre«, obligaba a todos a vender conjuntamente en caso de una oferta. Pero con la desaparición de esta condición en 2025, cada socio podrá vender su parte a quien considere, lo que podría cambiar el juego para Talgo. 

Curiosamente, lo que en su día se pensó como un mecanismo para proteger la empresa tras su salida a bolsa, se ha convertido en una barrera para vender. Con un 40% conjunto, superarían el límite del 30% que obliga a lanzar una OPA (oferta pública de adquisición) por el 100% de las acciones. Esto fue lo que bloqueó la propuesta del consorcio húngaro Ganz-MaVag, que había ofrecido 619 millones de euros, pero fue vetada por el Gobierno alegando «razones de seguridad nacional». 

El baile de compradores: Sidenor lidera las opciones 

Desde entonces, han surgido varios posibles compradores, pero sólo Sidenor, la siderúrgica vasca, ha presentado una oferta concreta: 100 millones de euros por el 20% de Talgo, a razón de 4 euros por acción. La propuesta cuenta con el respaldo del Gobierno Vasco y el Central, pero no ha convencido a Trilantic, que esperaba 5 euros por acción inicialmente, aunque luego rebajó sus expectativas. 

Otros nombres, como el Fondo Polaco de Desarrollo, han sonado como interesados en adquirir el 100% de Talgo e integrarlo en su fabricante local Pesa, pero estas supuestas ofertas no han llegado a concretarse. 

¿Qué pasará con Talgo? 

El futuro de Talgo podría depender de que Sidenor logre convencer a la familia Oriol y a los Abelló de desprenderse de sus acciones. Un posible primer paso sería adquirir un 10% inicial, aunque históricamente estos accionistas han actuado de manera unida, cediendo siempre el liderazgo en las negociaciones a Trilantic. 

El Gobierno, por su parte, apuesta por un plan que dejaría a Sidenor con el 20% de la compañía, sumando el apoyo del Gobierno Vasco (a través de su fondo Finkatuz) y la Fundación Vital (vinculada a Kutxabank). La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) también pondría su parte para completar el 40% necesario y dar salida a los actuales socios principales. 

Un futuro incierto 

Con 2025 ya en marcha, Talgo se encuentra en un cruce de caminos. Mientras sus accionistas evalúan opciones y el Gobierno intenta asegurar el control nacional, el fabricante de trenes entra en una etapa marcada por la incertidumbre. ¿Será Sidenor la salvadora de Talgo o veremos nuevas sorpresas en este culebrón empresarial? 

 

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