El consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, ha señalado en una entrevista publicada que el grupo automovilístico internacional no descarta el cierre de plantas debido al crecimiento de la competencia china en Europa.
«No se puede descartar nada», comentó Tavares al diario financiero francés Les Échos antes del Salón del Automóvil de París. Explicó que, si los fabricantes chinos logran alcanzar una cuota de mercado del 10% en Europa al final de su campaña actual, esto representaría un volumen de 1,5 millones de vehículos. «Eso equivale a siete plantas de ensamblaje. Los fabricantes europeos tendrían que cerrarlas o entregárselas a los chinos«, advirtió el directivo.
Además, Tavares ha criticado que los aranceles punitivos de la Unión Europea no tendrían un impacto significativo en los fabricantes chinos, ya que estos podrían evitarlos invirtiendo en plantas de producción dentro de Europa. «Una vez que eso suceda, no deberíamos sorprendernos si es necesario cerrar fábricas para reducir el exceso de capacidad», agregó.
Stellantis, que fabrica marcas como Peugeot, Citroën, Opel, Fiat, Chrysler y Jeep, emitió una advertencia de beneficios el mes pasado, atribuyendo la reducción de sus previsiones a la desaceleración de ventas en América del Norte y a las difíciles condiciones del sector, incluidas las menores demandas de vehículos eléctricos.
Preocupación en Stellantis
El pasado 30 de septiembre, Stellantis ajustó sus previsiones para el ejercicio de 2024, estimando un margen operativo ajustado (AOI) de entre el 5,5% y el 7%, por debajo de la expectativa anterior de un porcentaje de doble dígito.
Además, la compañía espera reducir los envíos en Norteamérica en más de 200.000 vehículos durante la segunda mitad de 2024, duplicando la cifra previamente planificada. También planea aumentar los incentivos para vehículos del año modelo 2024 y anteriores, y mejorar la productividad mediante ajustes en costos y capacidad.
El pasado viernes, Stellantis confirmó que ha iniciado el «proceso formal» para designar al sucesor de Carlos Tavares, quien dejará su cargo a principios de 2026. Esta decisión coincide con una profunda reestructuración de los órganos directivos de la empresa, en medio de la crisis que enfrenta el negocio.
«Tras el reciente frenesí mediático sobre mi sucesión, el apoyo unánime de la junta directiva y del presidente John Elkann permite a todos enfocarse y trabajar con tranquilidad hasta el final de mi contrato», declaró Tavares en la entrevista.
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