Tomás Dagá, miembro del consejo de administración de Grifols, adquirió 735.923 acciones de la compañía a través de la sociedad Fatjo, por un importe total cercano a los 7,75 millones de euros.
Se trata de una nueva apuesta de los principales directivos de Grifols para continuar incrementando su participación en la farmacéutica catalana, en una clara señal de respaldo interno tras los meses convulsos vividos por la compañía en Bolsa.
Desde diciembre de 2023 se produjeron al menos ocho movimientos similares.
La operación de Dagá, comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se realizó a un precio unitario de 10,52 euros por acción.
Estas adquisiciones llegan en un momento en que Grifols intenta recuperar la confianza de los mercados, después de ser objeto, a inicios de 2024, de un informe demoledor por parte de Gotham City Research, que acusó a la empresa de manipular sus cuentas.
Desde entonces, las acciones sufrieron una elevada volatilidad, aunque lograron cierta estabilidad en las últimas semanas.
Respaldo a Grifols
El consejero delegado, Nacho Abia, nombrado en abril de 2024, fue uno de los más activos en este proceso.
Solo el 15 de abril ejecutó la compra de 10.000 acciones, distribuidas en varias operaciones tanto en el mercado español como en el alemán, por un total de más de 86.800 euros.
Desde su llegada al cargo, Abia destinó más de 915.000 euros a la adquisición de títulos de la empresa.
También el director financiero, Rahul Srinivasan, participó recientemente en estas operaciones internas, al adquirir 10.000 acciones por unos 86.400 euros.
Aunque este viernes el valor cayó un 3,23 % hasta los 10,20 euros, arrastrado por la tensión geopolítica en Oriente Medio, en el último mes la acción acumula una revalorización cercana al 15 %, alcanzando de nuevo niveles similares a los ofrecidos por Brookfield en su intento de opa frustrada.
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