Nuevo capítulo en la política comercial de Donald Trump: el presidente de EE.UU. ha anunciado que impondrá un arancel del 25% a las importaciones de la Unión Europea, en lo que parece ser otro movimiento agresivo contra sus socios comerciales. Mientras tanto, ha decidido aplazar un mes más la imposición de tarifas a México y Canadá, dejando la nueva fecha en el 2 de abril.
Este anuncio se produjo durante la primera reunión de su Gabinete, donde, fiel a su estilo, Trump justificó los aranceles a la UE diciendo que el bloque fue creado para «fastidiar a Estados Unidos». Más allá de la retórica, lo cierto es que la medida afectará principalmente a la importación de automóviles europeos, uno de los sectores más sensibles para Alemania y Francia.
México y Canadá: ¿pausa o nueva amenaza?
Originalmente, Trump había amenazado con imponer aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, además de un 10% a la energía, en caso de que no hicieran concesiones en temas como seguridad fronteriza y tráfico de fentanilo.
Al final, tras negociaciones, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum y el primer ministro canadiense Justin Trudeau lograron aplazar el golpe. Sin embargo, Trump dejó su mensaje claro: «Estados Unidos ha sido víctima de años de maltrato» por parte de sus vecinos.
La confusión vino cuando el presidente, primero, dijo que no detendría los aranceles y, poco después, fijó el 2 de abril como la nueva fecha clave. ¿Les está dando más tiempo o simplemente los mete en el mismo saco que al resto del mundo? Ni siquiera su equipo parece tenerlo claro.
Bruselas responde con firmeza a Trump
La Unión Europea no se ha quedado de brazos cruzados. Desde Bruselas, la Comisión Europea ha asegurado que responderá «con firmeza e inmediatamente» a cualquier arancel injustificado. En un comunicado, han recordado a Trump que la UE «es el mercado libre más grande del mundo», y que las empresas estadounidenses también se han beneficiado de ello.
La medida de Trump, además, llega en un momento tenso en las relaciones transatlánticas. Washington ya ha dado señales de excluir a la UE de las negociaciones de paz en Ucrania, mientras que su vicepresidente, J.D. Vance, lanzó recientemente duras críticas contra Europa en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
¿Un déjà vu comercial?
Desde que volvió a la Casa Blanca en enero, Trump ha recuperado una de sus tácticas favoritas: amenazar con aranceles como medida de presión. De hecho, desde su toma de posesión, ha sacado el tema varias veces por semana (o incluso varias veces al día).
En su primer mandato ya hizo lo mismo: grandes amenazas de guerra comercial que, en muchos casos, nunca se materializaron. ¿Pasará lo mismo esta vez o Trump está realmente dispuesto a subir la apuesta?
Lo que está claro es que sus amenazas ya están generando nerviosismo en las capitales europeas y norteamericanas. Ahora toca esperar al 1 de abril, cuando el secretario de Comercio, Howard Lutnick, terminará su análisis y recomendará las tarifas definitivas.
Mientras tanto, las empresas europeas y norteamericanas se preparan para lo que puede ser una nueva guerra comercial… o simplemente otra jugada mediática de Trump
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