Trump juega al despiste con los aranceles: anuncios, exenciones y amenazas

Donald TrumpDonald Trump

Donald Trump vuelve a la carga con su política comercial y, como de costumbre, lo hace lanzando mensajes contradictorios. Este lunes, aseguró que Estados Unidos impondrá aranceles a las importaciones de automóviles en los próximos días, pero al mismo tiempo insinuó que algunos países recibirán exenciones. ¿Quiénes? ¿Cómo? No lo dejó claro.

Wall Street respira, pero con cautela

Tras las declaraciones, los mercados reaccionaron con un rebote en Wall Street, alentados por informes que sugieren que estos aranceles «recíprocos» serán más suaves de lo esperado. Sin embargo, dentro de la Casa Blanca hay voces que advierten que el presidente sigue decidido a imponer tarifas fuertes, por lo que los inversores deberían bajar sus expectativas.

Más aranceles a la vista y Trump amenaza para el petróleo venezolano

Trump no se quedó solo con los coches. También adelantó que pronto habrá tarifas sobre productos farmacéuticos y lanzó un ultimátum a los países que compren petróleo a Venezuela, amenazando con un arancel extra del 25%. Esta medida afectaría directamente a China, India y España, ya que Repsol importa crudo venezolano gracias a un acuerdo negociado en la era Biden.

Hyundai, el ejemplo de la «América Primero»

El magnate aprovechó para poner como ejemplo a Hyundai, que ha anunciado una inversión de 20.000 millones de dólares en EE.UU.. Su mensaje fue claro: «Si produces en América, no pagas tarifas«.

Estados Unidos tiene en la mira a sus principales socios comerciales, que representan el 88% de sus importaciones, entre ellos China, la UE, Japón, México, Brasil, Canadá y Reino Unido.

¿Estrategia de presión de Trump o caos comercial?

La estrategia de Trump es un clásico: endurecer el discurso para presionar negociaciones. Sin embargo, sus mensajes confusos generan incertidumbre en los mercados y en los aliados comerciales de EE.UU. La gran incógnita ahora es quiénes se salvarán de los aranceles y a cambio de qué.

En cualquier caso, queda claro que Trump sigue apostando fuerte por su mantra de «América Primero», y el resto del mundo tendrá que adaptarse.

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