Trump pospone aranceles al acero y aluminio, evitando choque inmediato con la UE

Donald TrumpDonald Trump

La administración de Donald Trump postergó hasta el próximo mes la entrada en vigor de los aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio importados.

La medida, que inicialmente debía aplicarse de inmediato, se aplaza estratégicamente para evitar una confrontación inminente con la Unión Europea, una de las regiones más afectadas por estos gravámenes.

El actual pacto entre Estados Unidos y la UE, vigente hasta el 31 de marzo, establece la suspensión mutua de aranceles sobre estos metales.

Si Washington hubiera activado ya la subida impositiva, Bruselas habría quedado en libertad para reactivar sus propias sanciones sobre productos estadounidenses.

Este aplazamiento permite a la Casa Blanca ganar tiempo y mantener la presión en futuras negociaciones.

Las consecuencias de los aranceles

El compromiso bilateral que rige el comercio de acero y aluminio entre ambas potencias se estableció en 2021, cuando el entonces presidente Joe Biden buscó distanciarse de la política proteccionista de Trump.

En virtud de ese acuerdo, la UE renunció a imponer represalias comerciales sobre productos icónicos de Estados Unidos, que van desde motocicletas hasta bourbon.

La efectividad de este tratado llevó a su renovación en diciembre de 2023, con un nuevo vencimiento programado para marzo de 2024.

Sin embargo, la reciente postura de Trump pone en duda la continuidad de este marco regulador y podría alterar el equilibrio alcanzado.

Para Europa, la vigencia del acuerdo es crucial. Países como España dependen de él para mantener un comercio fluido, con exportaciones de acero y aluminio valoradas en 400 millones de euros anuales.

Si el pacto se rompiera, industrias clave en México, Canadá y Turquía también sufrirían graves consecuencias.

En el propio Estados Unidos, la reimposición de aranceles traería efectos adversos. Estados tradicionalmente republicanos como Kentucky, Texas y Florida podrían verse perjudicados si la UE decide responder con tasas sobre productos estadounidenses estratégicos, desde zumo de naranja hasta productos tecnológicos.

© Reproducción reservada