Vestas, la compañía danesa de energía eólica, experimentó un significativo aumento del 133% en sus pérdidas durante la primera mitad del año, alcanzando los 231 millones de euros en comparación con los 99 millones de euros que perdió en el mismo periodo de 2023, según informó la empresa este miércoles. A pesar de sus esfuerzos, la firma no logró mantener su nivel de ventas, registrando una caída del 4,49% en sus ingresos, que se situaron en 5.977 millones de euros entre enero y junio de este año.
Este descenso contrasta con los 6.258 millones de euros generados en el mismo tramo del ejercicio anterior, lo que refleja las dificultades que enfrenta la empresa en un entorno de mercado complejo y desafiante. El resultado neto de explotación (Ebit) de Vestas también se vio fuertemente afectado, arrojando un saldo negativo de 252 millones de euros en los primeros seis meses de 2024.
Este deterioro es especialmente notable si se compara con las pérdidas mucho más moderadas de 2 millones de euros registradas en el mismo periodo del año pasado, lo que sugiere que la empresa está enfrentando mayores costos operativos y desafíos en su modelo de negocio.
En cuanto al segundo trimestre de 2024, las pérdidas de Vestas aumentaron un 35,65%, alcanzando los 156 millones de euros, frente a los 115 millones de euros de pérdidas reportados en el mismo trimestre de 2023. La facturación de la compañía durante este periodo también reflejó una tendencia a la baja, con ingresos de 3.296 millones de euros, una reducción del 3,87% respecto a los 3.429 millones de euros obtenidos entre abril y junio del año anterior.
El Ebit del segundo trimestre también fue negativo, con pérdidas de 185 millones de euros, un aumento significativo respecto a las pérdidas de 68 millones de euros en el mismo trimestre del año pasado. Este deterioro adicional en el resultado operativo subraya las dificultades que enfrenta Vestas para mejorar su rentabilidad en un entorno global desafiante para la industria eólica.
El presidente y director general de Vestas, Henrik Andersen, comentó que, aunque los ingresos subyacentes de la empresa mejoraron en el segundo trimestre como se había previsto, la compañía continúa esforzándose por ejecutar su estrategia para fortalecer su impulso y mantener su liderazgo en el sector de la energía eólica.
Sin embargo, Andersen también reconoció que Vestas ha revisado a la baja sus previsiones para el resto del año, tanto en términos de facturación como de resultado neto de explotación, lo que refleja un panorama de incertidumbre y la necesidad de ajustes estratégicos para navegar las condiciones del mercado en el futuro inmediato.
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