Volkswagen alcanzó un acuerdo con el sindicato IG Metall para evitar el cierre de fábricas en Alemania, pero este pacto implicará recortes significativos en los costes laborales.
La compañía automovilística decidió reducir en un 10% los bonus de sus 4.000 directivos, medida que se implementará en los próximos dos años.
Además, se aplicarán recortes salariales progresivos en los tres ejercicios posteriores, con una bajada del 8%, 6% y 5%, según informó el diario Sueddeutsche Zeitung.
El acuerdo, denominado «Zukunft Volkswagen» (Volkswagen del futuro), se alcanzó tras más de 70 horas de negociaciones y contempla una reducción de la plantilla en Alemania de 35.000 empleados hasta 2030.
Volkswagen aseguró que este ajuste se realizará de manera «socialmente responsable» para evitar el cierre de plantas en el país.
Sin embargo, las fábricas verán reducida su capacidad de producción en 734.000 vehículos, lo que afectará a su operativa a corto plazo.
El principal objetivo de estos ajustes es reducir los costes laborales en 1.500 millones de euros al año, lo que se traducirá en un ahorro global de más de 4.000 millones anuales a medio plazo.
Las malas horas para Volkswagen
Este ahorro permitirá a Volkswagen invertir en el desarrollo de productos futuros hasta 2030, al tiempo que se busca alcanzar un objetivo de rentabilidad de ventas a medio plazo.
Este acuerdo llega en un momento crítico para el grupo automovilístico, que registró una caída del 68% en sus beneficios durante el tercer trimestre de 2024.
Volkswagen enfrenta una fuerte competencia de marcas chinas como BYD y MG, así como de empresas tecnológicas como Xiaomi, lo que ha afectado su rendimiento en el mercado chino, su principal fuente de ingresos global.
La marca Volkswagen, en particular, experimentó una caída en su margen de rentabilidad, situándose en un histórico 2,1% durante los primeros nueve meses del año.
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