Volkswagen Cada día que pasa, nos acercamos a un mundo más moderno, con nuevas fuentes de energía, diferentes tecnologías y una de las que más toca de cerca a la población es el sector automovilístico. Cada vez se fabrican menos coches de gasolina o diésel. Hay más híbridos y sobre todo más coches eléctricos que parecía que ganaban fuerza en el mercado. Estos problemas ya se ven en las grandes empresas como Volkswagen.
Han visto como esta el mercado, sobre todo en cuanto los coches eléctricos y su caída posiblemente tenga que cerrar alguna de sus fábricas. La empresa nunca ha cerrado en sus 87 años de historia. Son momentos complicados los que se viven en el sector del motor y también para un grande como es la marca alemana.
Los fabricantes de coches chinos han llegado arrasando al continente europeo, sobre todo en cuanto al vehículo eléctrico, ya que hoy en día en Europa la clase media no se puede permitir desembolsar tanto dinero. Por lo tanto, continúan comprando gasolina o diésel, incluso híbrido. Si a todo eso le sumamos la incertidumbre que recorre el continente en cuanto a la fiabilidad de los coches eléctricos, ha hecho que la venta de estos se estanque.
Volkswagen es una de las empresas que más dinero factura en el sector del automóvil, pero está lejos de los que más beneficios obtienen, un problema para una empresa tan grande y un director ejecutivo (Oscar Blume) que lleva además la marca Porsche. El posible cierre de una fábrica de coches y un centro de componentes podría dejar sin trabajo a miles de personas.
La marca alemana tiene más de medio millón de trabajadores en todo el mundo y unos 300.000 solo en Alemania. Una gran cantidad de los puestos del consejo están ocupados por trabajadores. Además Baja Sajonia del Estado alemán cuenta con un 20% y suele ir de la mano de los trabajadores.
Por lo tanto la marca de automóviles tiene que valorar todas las opciones antes de entrar en una guerra con sus propios empleados.
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