GettyImagenEl inicio de 2025 no trajo alivio para los principales fabricantes de automóviles europeos, Volkswagen y Stellantis prolongaron la tendencia negativa que arrastraban desde 2024.
Stellantis, el grupo con sede en Ámsterdam fruto de la fusión entre PSA y FCA, reportó un descenso del 9% en sus envíos globales durante el primer trimestre del año, con 1,218 millones de unidades entregadas.
La caída fue especialmente pronunciada en Norteamérica, donde las entregas se desplomaron un 20%, hasta 325.000 vehículos.
La compañía atribuye este retroceso a un “periodo vacacional extendido” en sus fábricas y al arranque de la producción de un nuevo modelo de camioneta RAM.
No obstante, destacan comportamientos positivos en modelos como el Jeep Compass, la Grand Cherokee y las RAM 1500/2500, con un alza del 10% respecto al año anterior.
Stellantis arrastra los efectos de un 2024 complicado, marcado por un exceso de inventario en Estados Unidos que impactó duramente sus resultados anuales, con un beneficio neto que cayó un 70,6%, hasta los 5.473 millones de euros.
Efectos en Volkswagen
El grupo Volkswagen también registró un primer trimestre a la baja, con un descenso del 39,1% en su beneficio operativo, que se situó en 2.800 millones de euros.
La compañía alemana identificó tres factores principales: una provisión de 600 millones por posibles sanciones de la UE por incumplimiento de la normativa CAFE sobre emisiones, 200 millones por la reestructuración de su filial Cariad y 300 millones por costes asociados al «dieselgate» y ajustes por aranceles en EE. UU.
Pese a estas cifras, Volkswagen mantiene sus previsiones anuales, con un crecimiento del 5% en ingresos y un margen operativo estimado entre el 5,5% y el 6,5%.
Sin embargo, advierte que los efectos de los nuevos aranceles estadounidenses aún no se han incorporado a sus proyecciones debido a la incertidumbre en torno a su impacto real.
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