¿Cuánta gente está realmente en paro, aunque no salga en las estadísticas? Desde que se impulsaron los fijos discontinuos con la reforma laboral, esta duda ha cogido fuerza. Y no es para menos. Según el Ministerio de Trabajo, cada mes hay unos 1,72 millones de personas que se apuntan como demandantes de empleo… pero no cuentan oficialmente como parados. Eso es un 7% más que en 2023. ¿Pero todos están realmente desempleados «ocultos»? Pues no exactamente.
Si bajamos al detalle, los que realmente no tienen curro y se registran en el SEPE, son unos 1,2 millones. Aun así, es una cifra récord y un 35,7% por encima de lo que había antes del COVID.
¿De dónde sale todo esto?
El dato sale del Anuario de Estadísticas Laborales del Ministerio. Ahí se desglosan los grupos que se excluyen del paro registrado. Por ejemplo:
1,23 millones son personas que tienen alguna relación laboral o están ocupadas.
Dentro de ese grupo, hay 687.844 fijos discontinuos y 97.087 trabajadores agrarios (los del antiguo PER).
Ambos colectivos están sin trabajar ni cobrando, pero siguen con contrato. Por eso no se les mete en las listas del paro, porque “teóricamente” volverán a currar en algún momento. Aunque lo de “teóricamente” da para debate.
También hay 440.559 personas en la categoría de «otros ocupados»: gente con trabajo (asalariados, autónomos) o en ERTE. Como mantienen el alta en la Seguridad Social, no cuentan como parados. Si los quitamos, quedan 784.971 personas que sí están sin currar pero tienen contrato.
Y ojo, hay que restar también a los 68.682 que están en huelga, que aunque estén parados de facto, tienen una situación distinta por estar afiliados a la Seguridad Social.
¿Entonces cuántos son los parados invisibles?
Si quitamos ocupados, huelguistas y afectados por ERTEs, nos quedan 1,21 millones de personas que están sin curro, sin cobrar prestación y que no figuran como parados. Esa es la cifra real del famoso “paro oculto”.
Este ajuste también rebaja el efecto pandemia en las estadísticas. Entre 2020 y 2021 hubo un pico de excluidos por culpa de los ERTEs, pero ahora, sin ese factor, lo que tenemos en 2024 sigue siendo un récord histórico.
¿Esto es nuevo? Pues no
Estas exclusiones no son un invento reciente. Se basan en una norma del 11 de marzo de 1985, que marca seis grupos que no se cuentan como parados. Entre ellos están:
Ocupados
Quienes no están disponibles de inmediato
Quienes solo aceptan empleos muy concretos
Eventuales agrarios
Quienes rechazan ofertas o formación (y tienen la demanda suspendida)
Spoiler: son colectivos con casuísticas muy distintas, pero todos se quedan fuera del paro registrado.
El tema es que el Ministerio sí publica estos datos una vez al año con todo lujo de detalles. Así que si quisiera, podría hacerlo mensualmente. Pero bueno, ya sabemos cómo van esas cosas.
¿Y los otros “fantasmas” del paro?
Fijos discontinuos inactivos: Han subido mucho desde la reforma laboral. Son los que más influyen en el aumento de demandantes fuera del paro.
Jubilados y pensionistas: Cerca de 250.000 están registrados como demandantes, aunque ya cobran una pensión. Muchos tienen más de 65 años, aunque la edad legal de jubilación subió a 66,6 en 2024. Ahí hay un desajuste legal curioso.
Demandas suspendidas con intermediación: Gente que no puede buscar curro ahora (por ejemplo por baja médica), pero sí quiere servicios del SEPE. Son 58.066, un 11% más que en 2023.
Estudiantes: 53.682 están apuntados, aunque bajaron casi un 8% respecto al año anterior.
Demandantes no cualificados: Los que necesitan formación u orientación antes de poder buscar curro. Hay 15.523.
Demandantes de empleo “especial”: Gente que solo quiere trabajar menos de 20 horas o en condiciones muy específicas. Son 48.926, un 27,3% más que hace un año.