Los jóvenes logran más empleos fijos, pero su carrera termina a los 50 años

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Uno de los tópicos recurrentes en los análisis laborales en España es que los trabajadores senior obstaculizan la entrada de los jóvenes al mercado laboral, condenándolos a puestos de peor calidad. Sin embargo, esta idea entra en conflicto con los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que indican que los menores de 30 años tienen más posibilidades de firmar un contrato indefinido que los seniors. No obstante, también es cierto que a partir de los 50 años, las probabilidades de encontrar empleo se desploman.

En agosto de 2023, el SEPE registró la firma de 1,04 millones de contratos, de los cuales el 41,09% fueron firmados por menores de 30 años, mientras que los mayores de 50 solo obtuvieron un 16,81%. Esto ocurre a pesar de que hay más desempleados mayores de 50 años que menores de 30, lo que sugiere una mayor disponibilidad de mano de obra entre los seniors.

Este dato no cuestionaría la idea de que los jóvenes enfrentan mayor precariedad si se considerara solo la temporalidad de los contratos, pero las cifras actuales muestran otra realidad. De los contratos firmados en agosto, el 37,5% fueron indefinidos, y de estos, los jóvenes firmaron el 41,01%, mientras que los mayores de 50 se quedaron con el 15,6%. Esto plantea dudas sobre el impacto de la reforma laboral en la brecha de oportunidades entre los diferentes grupos de edad.

Brecha generacional y reforma laboral

Aunque la reforma laboral de 2021 incrementó la contratación indefinida, esta brecha entre jóvenes y ‘seniors’ ya existía antes del cambio legal. En agosto de 2019, los menores de 30 años firmaban el 41,32% de los contratos indefinidos, un porcentaje muy similar al actual. La gran diferencia es que hoy en día, el porcentaje de contratos indefinidos es mucho mayor, habiendo pasado del 8,11% en 2019 al 37,5% en 2023.

El impacto de la reforma en ambos grupos de edad ha sido similar: el 37% de los contratos de menores de 30 años es indefinido, mientras que entre los mayores de 50 años el porcentaje se sitúa en el 34%. Sin embargo, esto no ha corregido las brechas entre empleo juvenil y senior, independientemente de si se analizan los contratos del SEPE o los ocupados según la Encuesta de Población Activa (EPA).

Contradicciones entre SEPE y EPA

Una de las mayores dudas que surgen es cómo se explica que, según la EPA, la tasa de paro de los jóvenes en sus primeros 15 años de vida laboral sea del 19%, mientras que para los mayores de 50 años es del 9,7%. Aunque los seniors son más numerosos en términos de población activa (8,41 millones frente a 3,98 millones de jóvenes), las tasas de paro y ocupación son muy dispares. El 80,24% de los menores de 30 años tiene empleo, mientras que en los mayores de 50 años, el porcentaje asciende al 90,2%.

Además, los datos de ocupación temporal también presentan una marcada diferencia: en el segundo trimestre de 2023, el 15,95% de los ocupados tenía contrato temporal, pero entre los menores de 30 años este porcentaje era del 33%, tres veces superior al 9,77% registrado entre los mayores de 50 años.

El impacto del edadismo en el mercado laboral

Muchos economistas y políticos sostienen que los mayores de 50 años «se aferran» a sus empleos, lo que frena la entrada de los jóvenes en el mercado laboral. Esta idea ha justificado medidas como las prejubilaciones y políticas que promueven la flexiseguridad, facilitando la rotación de trabajadores para impulsar el relevo generacional.

Sin embargo, las últimas reformas laborales han abordado esta cuestión desde perspectivas muy diferentes. La reforma de 2012 redujo el coste del despido con la esperanza de generar empleos más estables, aunque los resultados fueron opuestos, con apenas un 9% de contratos indefinidos en 2019. En contraste, la reforma de 2021 actuó sobre las modalidades de contratación, eliminando los contratos temporales por obra y servicio, lo que disparó la contratación indefinida.

La trampa del desempleo senior

Los datos de colocaciones del SEPE revelan otro fenómeno interesante. Aunque los mayores de 50 años representan el 45,99% de los parados registrados, solo obtienen el 23,03% de las colocaciones de empleo, frente al 29,22% de los menores de 30 años. Esto refleja una disparidad significativa en las oportunidades laborales según la edad.

Esta situación confirma que, aunque los trabajadores de mayor edad no monopolizan las oportunidades laborales, se aferran a sus puestos de trabajo porque saben que sus expectativas de encontrar empleo si lo pierden son mínimas. No se trata solo de competir con los jóvenes, sino de que las empresas no cuentan con ellos, a pesar de que afirman tener dificultades para encontrar mano de obra.

Pensión española

Empleado senior

Un futuro incierto para jóvenes y seniors

Los jóvenes, aunque hoy tienen más oportunidades de firmar contratos indefinidos, también enfrentan un futuro incierto. Son conscientes de que, dentro de 20 años, sus expectativas profesionales se reducirán drásticamente, lo que les lleva a tomar decisiones a largo plazo que afectan a su vida personal, como el ahorro o la formación de una familia.

En conclusión, el mercado laboral español parece atrapado en un bucle de edadismo que perjudica tanto a jóvenes como a seniors. Los cambios laborales y la demografía, sumados a análisis incompletos de los datos, siguen alimentando una narrativa que frena el progreso del empleo en España.

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