La empresa estadounidense, una de las grandes firmas de contabilidad, está dando un gran golpe a su plantilla en Estados Unidos. PwC ha anunciado que despedirá a unos 1.800 trabajadores, marcando sus primeros despidos formales desde 2009. Estos recortes se deben a una desaceleración en la demanda de algunos de sus servicios de asesoría, y también se está llevando a cabo una reestructuración en su división tecnológica.
Según fuentes cercanas a la situación, PwC está en plena operación de recortes de personal tanto en EE. UU. como en otros países, con una gran parte de estos despidos afectando a sus áreas de consultoría y tecnología. Estos recortes no solo afectan a empleados asociados, sino también a directores generales, y abarcan varias áreas, incluyendo servicios empresariales, auditoría e impuestos.
Una situación complicada
Los empleados afectados, que representan alrededor del 2,5% de la fuerza laboral en EE. UU., recibirán la notificación de despido en octubre. PwC hizo el anuncio a través de un memorando dirigido a su personal estadounidense, del que The Wall Street Journal se hizo eco. Paul Griggs, director de PwC en EE. UU., reconoció que la situación es complicada y añadió: “Estamos posicionando nuestra empresa para el futuro, creando capacidad para invertir y anticipándonos a las oportunidades del mercado.”
Griggs también destacó que la fecha del anuncio, el 11 de septiembre, tiene un significado especial para la empresa, ya que es el aniversario de la pérdida de cinco colegas. Los últimos despidos formales en EE. UU. fueron en 2009, aunque en 2017 PwC había ofrecido a sus empleados nuevos roles durante una reestructuración, despidiendo a aquellos que no aceptaron.
A diferencia de otras grandes firmas como EY, KPMG y Deloitte, que han realizado numerosos despidos en EE. UU. en los últimos años, PwC se había mantenido libre de despidos hasta ahora. Con la llegada de Griggs a la dirección en mayo, la firma ha iniciado una reestructuración que incluye la integración de sus equipos de productos y tecnología en líneas de negocio individuales, con el objetivo de agilizar procesos y mejorar la eficiencia.
Tim Grady, director de operaciones de PwC en EE. UU., comentó que la firma está en un proceso de transformación continua para ser más competitiva y alinear su fuerza laboral con su estrategia a largo plazo. PwC seguirá evaluando sus decisiones de inversión y productos para adaptarse a las nuevas demandas del mercado.
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