La exposición El oro de los Akan. Tesoros reales del África occidental permite observar de cerca a obras de arte que parecen sacadas de una película de Indiana Jones. La excepcional muestra de la Fundación Barrié, organizada junto al Museo Liaunig de Austria, sumerge al visitante en el esplendor y la grandeza de una de las esculturas más refinadas y enigmáticas de África occidental.
Abierta hasta el 13 de julio, la exposición constituye una oportunidad única para adentrarse en la historia y el simbolismo del oro en la sociedad Akan, un pueblo originario de la República de Ghana y Costa de Marfil cuya riqueza cultural y sofisticación estética se reflejan en cada una de las más de 300 piezas expuestas.
La exposición reúne piezas de una belleza hipnótica y de una relevancia histórica incalculable. Procedentes de la colección privada de Herbert Liaunig (1945–2023), estas obras han sido cuidadosamente seleccionadas para ilustrar la diversidad de formas y usos del oro dentro de la cultura Akan. Desde coronas ricamente ornamentadas hasta amuletos protectores, pasando por imponentes bastones de mando, cada pieza nos habla de una sociedad donde el oro no sólo simbolizaba poder, sino también conexión espiritual y linaje dinástico.
Entre las piezas más impresionantes se encuentran los pectorales de oro, cuyas intrincadas filigranas revelan un nivel de sofisticación técnica que rivaliza con las mejores obras de la orfebrería renacentista europea. Además, los espectadores podrán contemplar delicadas figuras de animales y seres mitológicos, como el sasabonsam, una criatura legendaria que recuerda a los vampiros de la tradición occidental.

Emblema de una espada – retrato
Ashanti, República de Ghana, 1896
Cortesía del Museo Liaunig
y de la Fundación Barrié
TRASCENDER EL TIEMPO
El oro Akan no solo refleja la grandeza de los antiguos reinos africanos, sino que también nos conecta con una cultura viva y en constante evolución. Algunas de las piezas contemporáneas expuestas incluyen representaciones de aviones y armas de fuego, una muestra de cómo la orfebrería Akan ha sabido adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia. Este diálogo entre lo ancestral y lo contemporáneo refuerza la idea de que el arte es un puente entre el pasado y el presente, entre tradición e innovación.
La exposición también destaca la importancia del oro en los rituales políticos y religiosos. Muchas de las piezas exhibidas eran utilizadas en ceremonias de investidura, funerales y eventos diplomáticos. Los Akan creían que el oro tenía un vínculo especial con lo divino, y su uso en objetos de culto refuerza la idea de que, más allá de su valor material, era un símbolo de conexión con los dioses y los ancestros.
La llegada de esta exposición a España no es solo un hito en la difusión del arte Akan, sino también una oportunidad para el encuentro entre culturas. En palabras de Carmen Arias Romero, “La colección de Liaunig se distingue no solo por su calidad y belleza, sino también por la profunda relación de respeto y colaboración que la sustenta”. Por su parte, Peter Liaunig destacó el valor de esta muestra como un espacio de diálogo: “Es un honor traer esta colección a España y permitir que un público nuevo descubra el arte Akan en todo su esplendor”.

Corona
Ashanti, República de Ghana
Láminas de oro, madera y terciopelo
Cortesía del Museo Liaunig y de la Fundación Barrié
LA CUNA DEL ORO
La muestra es complementada por una serie de actividades organizadas por la Fundación Barrié para fomentar el conocimiento de las culturas africanas. Se han programado talleres y visitas guiadas que permitirán a los visitantes profundizar en la historia y el legado de los Akan. Además, la exposición contará con material didáctico especialmente diseñado para escolares, con el objetivo de acercar a las nuevas generaciones la riqueza del arte y la historia de África occidental.
Esta exposición es una invitación a redescubrir el oro como un elemento cargado de significado más allá de su valor económico. Un recorrido por sus salas es, en definitiva, un viaje en el tiempo y el espacio, un acercamiento a una tradición que sigue viva y que nos recuerda que el arte, en todas sus formas, es un testimonio imperecedero de la grandeza humana.
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