BMW recorta sus beneficios y entregas para el resto del año

Un problema con el SIF hace que BMW ajuste sus previsiones para 2024, y no sean tan optimistas como esperaban.

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BMW ha ajustado sus previsiones para 2024, y no son tan optimistas como se esperaba. El gigante alemán del automóvil ha anunciado que se está enfrentando a problemas técnicos con su Sistema Integrado de Frenado (SIF), lo que ha generado parones en las entregas.  

Estos problemas han provocado un recorte en su margen de beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT), que ahora se sitúa entre el 6% y el 7%, bastante por debajo de su anterior estimación, que iba del 8% al 10%. 

Además, BMW ya no espera un aumento en las entregas de vehículos para el próximo año, como había anticipado antes, y ahora prevé una ligera caída, aunque sin dar cifras concretas. Esto refleja el momento complicado que vive la empresa alemana y la industria automotriz, con problemas en la cadena de suministro y una transición a los vehículos eléctricos que sigue siendo un desafío para todos los grandes. 

A pesar de los obstáculos, BMW sigue apostando fuerte por la innovación y la electrificación. Los fallos en el Sistema Integrado de Frenado son un dolor de cabeza para la marca, pero están trabajando en solucionarlos para mantener su estándar de calidad y seguridad.  

En un contexto donde las expectativas de rentabilidad están cada vez más vinculadas a cómo las empresas manejan las nuevas tecnologías, este ajuste en las previsiones muestra que incluso los grandes como BMW no son inmunes a los desafíos. 

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