Los cabrios, convertibles o descapotables transforman los viajes o la movilidad en una forma diferente de disfrutar de la carretera y aportan glamour y sofisticación. No son algo nuevo, el automóvil nació sin techo hasta que Mercedes-Benz le puso una capota a su modelo Victoria (1894), que subía y bajaba como las de los cochecitos de los niños. En los años 40, 50 y 60 del siglo XX los descapotables se convirtieron en objeto de deseo impulsados por Hollywood. El Porsche 356 Speedster, el Chevrolet Corvette, el Cadillac Eldorado, o los Mercedes 300 SL y el 350 SL, entre otros, son responsables de esa pasión.
Aunque los estadounidenses son los conductores más fanáticos de eliminar el techo, fue una marca europea la que revolucionó el segmento, Peugeot en 1934 con el 401 Eclipse, que recogía la capota en el maletero automáticamente. Aunque el descapotable más famoso de la marca francesa fue el 403 de 1955, diseñado por Pininfarina, el coche del detective Columbo en la serie de TV del mismo nombre.
Para popularizar los techos duros plegables hubo que esperar a los años 90. Otra vez fue Mercedes quien estrenó el nuevo sistema, que convertía en unos segundos un cupé en un cabrio. Fue en 1996 con el SL. Y como ya existía la tecnología se extendió a todos los fabricantes y a modelos de segmentos más básicos o populares, empezando por el pequeño Peugeot 206 CC en 2001. En los primeros años del siglo XXI el mercado se llenó de coupes cabrio (CC) de todas las marcas y tamaños, parecía como si tras la crisis financiera del 1992 los consumidores buscaban la ‘alegría de vivir’.
Aparecen los Ford Focus CC y Ka, el Renault Megane CC, los Opel Astra y Tigra TwinTop, el VW Eos y Beetle, el Volvo C70 o el Nissan Micra C+C. Todos desaparecieron con la misma espontaneidad que había nacido cuando aparece la moda de los SUV. Ninguna de estas marcas tiene ahora en su gama un descapotable, salvo VW el T-ROC cabrio, un SUV. Los descapotables se mantienen en los segmentos premium y deportivos. Incuso en los mercados donde este tipo de carrocerías son más populares se ha producido un fuerte retroceso. En Alemania, el mayor mercado europeo, con Gran Bretaña, Francia e Italia, en 2023 se matricularon 161.000 descapotables y en 2024 casi 69.000, un 57% menos. Las mayores caídas se produjeron en 2009 (crisis financiera) y 2020 (Covid-19), lo que confirma que la demanda de estos coches es muy sensible al entorno económico. En el mercado español, los cabrios suponían en 2021 el 1,1% del mercado, pero para 2023 había bajado al 0,3%.
Pese al menguante mercado hay alternativas para pasear este verano bajo las estrellas y estas son algunas de las más sofisticadas, apetecibles o novedosas. Desde el ya tradicional biplaza roadster Mazda MX 5 (desde 30.300 euros), recién actualizado y uno de los líderes del segmento hasta el Lamborghini Huracan Evo Spider (240.000 euros) un superdeportivo radical. Las marcas premium mantienen los cabrio de su oferta y con diferentes opciones. La británica Jaguar no podía prescindir de esta carrocería dada la afición nacional a abrir el techo. El Jaguar F-Type Converible (162.000) es un clásico renovado permanentemente, como los descapotables de Porsche, empezando por el esencial 718 Boxter (77.063), el Spider RS (180.700) y los 911 cabriolet (158.000) y Targa (167.118).
Mercedes-Benz, la pionera, tiene en su gama el nuevo CLE Cabrio (47.630), aunque para los sofisticados y deportivos el más deseado es el AMG SL Roadster (148.000), descendiente de un icono del automovilismo. Como icónico es también el Ford Mustang que se renueva coincidiendo con su 60 aniversario (54.400). Desde Italia, cuna de automóviles bellos, Ferrari ofrece el Roma Spider (477.900) y Maserati los GranCabrio Trofeo (261.000) y el eléctrico Folgore (205.000). Para rarezas muy exclusivas el nuevo Morgan Midsummer (230.000), una barchetta de la que solo se van a hacer 50 unidades, o el chino MG Cyberster (unos 60.000 euros). Pero este llega en otoño.