Robotaxi de TeslaTesla dio un paso histórico al iniciar el servicio oficial de su Robotaxi en el centro de Austin, Texas. Tras más de una década de desarrollo y expectativas, los primeros 10 vehículos Model Y sin conductor comenzaron a transportar pasajeros por una tarifa fija de $4.20, operando en un circuito limitado dentro de la ciudad.
El propio Elon Musk describió el lanzamiento en su red social X como la “culminación de una década de arduo trabajo”. Los vehículos circulan principalmente en el conocido distrito de South Congress, con un miembro del personal en el asiento del pasajero para garantizar la seguridad, aunque la conducción es completamente autónoma. El servicio se gestiona a través de la nueva aplicación Tesla Robotaxi.
En esta primera fase, Tesla implementó estrictas medidas de seguridad: los robotaxis evitan condiciones meteorológicas adversas y zonas con intersecciones complejas, no permiten pasajeros menores de 18 años, y mantienen un “supervisor de seguridad” en el asiento delantero para intervenir en caso de emergencia.
Tecnológicamente, Tesla sigue apostando por un sistema basado exclusivamente en cámaras y su avanzado software de visión artificial, diferenciándose de sus competidores como Waymo y Zoox, que utilizan también lidar y radar. Musk defiende que su método es más económico y seguro, aunque expertos advierten sobre posibles limitaciones en condiciones como niebla o lluvia intensa.
En paralelo al lanzamiento, el estado de Texas aprobó nuevas regulaciones para vehículos autónomos, con un permiso estatal obligatorio para cada unidad de nivel 4 a partir del 1 de septiembre. La ley, firmada por el gobernador Greg Abbott, permite una supervisión más estricta y la posibilidad de revocar licencias en caso de riesgos para el público, marcando un cambio respecto a la anterior política de “regulación cero”.
Desde el punto de vista empresarial, analistas destacan que el éxito del Tesla Robotaxi es fundamental para la valoración de la compañía, junto con sus proyectos de robots humanoides como Optimus. Una prueba exitosa en Austin podría ser “el fin del principio” para esta tecnología, aunque la adopción masiva aún requerirá varios años.
Los primeros pasajeros, entre ellos influencers e inversionistas, reportaron viajes fluidos, aunque reconocieron que en intersecciones complicadas el control humano todavía interviene con frecuencia.
Este lanzamiento marca un paso simbólico en la historia de la movilidad autónoma, pero el verdadero desafío será expandir el servicio a entornos más complejos y bajo un marco regulatorio en evolución. El futuro de Tesla Robotaxi y su impacto en la industria automotriz están apenas comenzando.
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