La tecnológica Xiaomi ha puesto fecha a su ofensiva internacional en el sector del automóvil: 2027. Ese será, según su consejero delegado Lei Jun, el año en que comience la venta de sus coches eléctricos fuera de China, lo que podría suponer un cambio de juego para Tesla y los fabricantes tradicionales europeos.
Por ahora, la compañía seguirá enfocada en el mercado chino, donde su primer modelo eléctrico, el SU7 (un sedán deportivo), ha superado en ventas mensuales al Tesla Model 3 desde diciembre. A esto se suma el reciente lanzamiento del YU7, un SUV que apunta al segmento más popular en Europa y cuya demanda ha desbordado las previsiones de la empresa, con listas de espera de hasta un año.
Tecnología puntera a precios agresivos
Xiaomi entra en el mercado con una combinación muy difícil de batir: tecnología avanzada, alto rendimiento y precios competitivos.
El SU7 acelera de 0 a 100 km/h en solo 2,78 segundos, con una autonomía y diseño que lo sitúan en la órbita de Porsche, pero a un coste menor que un Tesla Model 3.
El YU7 presume de 540 km de autonomía, una aceleración de 3,23 segundos y una batería que alcanza el 80% de carga en solo 12 minutos, mejorando los tiempos del Model Y de Tesla y del Porsche Macan eléctrico.
Un desafío frontal para Europa
La llegada de Xiaomi a Europa representa una amenaza directa para Tesla y para los fabricantes europeos como Volkswagen, Renault o Stellantis, que ya sufren la feroz competencia en China. Solo en 2024, Volkswagen perdió más de 300.000 unidades en ventas en el país asiático, donde las marcas locales han comenzado una auténtica guerra de precios.
Desde el sector, ya se percibe con inquietud este movimiento. François Provost, directivo del grupo Renault, declaró en junio:
“La aparición de compañías como Xiaomi impresiona. No solo hacen coches más baratos, sino que también son muy buenos”.
Prioridad: reforzar su producción
Ante las críticas por los largos tiempos de espera del YU7, Lei Jun ha asegurado que aumentar la capacidad de producción es una prioridad absoluta, dejando claro que Xiaomi pretende consolidar su dominio en China antes de dar el salto internacional.
¿Qué está en juego?
Con su potencial de disrupción tecnológica y eficiencia de costes, Xiaomi podría repetir en el mundo del automóvil lo que ya ha logrado en el mercado de los smartphones: reconfigurar las reglas del juego. Si logra cumplir su plan para 2027, podría cambiar el equilibrio de poder del sector automovilístico global.
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