La eléctrica española Iberdrola ha consolidado su apuesta en Estados Unidos al convertir a Avangrid en una filial al 100% tras completar su exclusión de bolsa. Ahora, la compañía operará como una empresa privada, con sede en Connecticut, y estará preparada para afrontar nuevos retos en el mercado energético norteamericano.
Cambios en el organigrama
Con este movimiento, Iberdrola ha reestructurado el consejo de administración de Avangrid. Pedro Azagra continuará como consejero delegado, mientras que David Mesonero, Gonzalo Cerón y África Benito de Valle se suman como consejeros no ejecutivos. Además, R. Scott Mahoney asume el papel de secretario del consejo.
Este cambio llega tras la dimisión en diciembre del anterior consejo, en el que estaban figuras como Ignacio S. Galán y Fátima Báñez García, entre otros, como parte del proceso de exclusión de Avangrid de la bolsa estadounidense.
Una operación estratégica
El 23 de diciembre de 2024, Iberdrola completó la adquisición del 100% de Avangrid tras recibir luz verde de los reguladores de Nueva York, Maine y el nivel federal. Este movimiento se realizó a través de Arizona Merger Sub, Inc., una filial de Iberdrola, que se fusionó con Avangrid.
Con esta transacción, Iberdrola busca optimizar sus inversiones en Estados Unidos, centrándose en proyectos de infraestructura energética más eficientes y competitivos. Esto incluye redes más robustas, energía renovable y mejoras que beneficiarán tanto a las comunidades locales como a grandes consumidores como los centros de datos.
El impacto de Avangrid
Avangrid tiene un peso significativo en el mercado estadounidense. Sus activos, valorados en 46.000 millones de dólares, abarcan redes eléctricas que llegan a 7 millones de personas en Nueva York, Connecticut, Maine y Massachusetts. Además, cuenta con 8.700 MW de capacidad renovable en 24 estados y un equipo de 8.000 empleados.
La adquisición completa de Avangrid refuerza la presencia de Iberdrola en un mercado estratégico donde lleva más de dos décadas. Además, le permitirá competir con mayor fuerza en el sector energético, impulsando proyectos clave de energía renovable y redes inteligentes.
¿Qué significa esto para Iberdrola?
Este movimiento no es solo un paso administrativo, sino una declaración de intenciones: Iberdrola apuesta fuerte por el futuro energético de Estados Unidos. Al operar Avangrid como una filial privada, la compañía tendrá más flexibilidad para invertir, crecer y adaptarse a las necesidades de un sector en constante transformación.
© Reproducción reservada