TelefónicaMarc Murtra, presidente de Telefónica, acaba de entrar por la puerta grande en la European Round Table for Industry (ERT), el foro que reúne a los CEOs y presidentes de las empresas industriales y tecnológicas más potentes de Europa. Su incorporación ha sido unánime, algo que no pasa todos los días en estos círculos.
La noticia se ha confirmado en la sesión plenaria anual de primavera de la ERT, que ha tenido lugar estos días en Roma. Un evento al que han asistido más de 50 líderes empresariales del más alto nivel, junto a figuras clave como el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, o el mismísimo Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo.
Marc Murtra, recién aterrizado en la organización, no ha tardado en dejar clara su visión:
“Es un honor formar parte de una organización con tanta capacidad e influencia. Europa necesita reforzar su autonomía tecnológica para mejorar su competitividad, productividad y, en definitiva, la calidad de vida de sus ciudadanos.”
Y es que el contexto no puede ser más desafiante. La ERT ha puesto sobre la mesa temas críticos para el futuro de Europa: retos geopolíticos, nueva relación con Estados Unidos, movimientos tarifarios… Pero también se ha hablado de lo que viene: inteligencia artificial, transición energética, defensa e innovación como claves para recuperar el terreno perdido en competitividad.
En línea con este enfoque, la ERT ha redefinido su estructura interna con nuevos grupos de trabajo centrados en áreas como:
Comercio y seguridad económica
Tecnología, IA y datos
Transición energética e industria limpia
Política industrial y de competencia
Simplificación del mercado único
I+D, innovación y competencias
Inversión y fiscalidad
Defensa
Fundada en 1983, la ERT representa a más de 60 gigantes empresariales europeos. Juntas, estas compañías facturan 2 billones de euros al año, generan empleo para 5 millones de personas e invierten 60.000 millones en innovación. Telefónica se suma ahora a esta liga, con Murtra como nuevo embajador.
Sin duda, un paso importante para la telco española y una señal clara de que Europa quiere músculo tecnológico y voces influyentes en la mesa.
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