RedeiaRedeia celebra este lunes su junta general de accionistas con una propuesta de remodelación de su consejo de administración, marcada por la incorporación de tres nuevos miembros: Arancha González Laya, Natalia Fabra y Albert Castellanos Maduell. También se someterá a votación la reelección de José María Abad Hernández.
La exministra de Asuntos Exteriores González Laya será propuesta como consejera dominical en representación del holding estatal SEPI, primer accionista de Redeia con una participación del 20%. Por su parte, Natalia Fabra, experta en energía y mercados eléctricos, será presentada como consejera independiente tras abandonar recientemente el consejo de Enagás. También se propondrá el nombramiento de Albert Castellanos Maduell, vinculado a ERC y exsecretario de Empresa y Competitividad en la Generalitat catalana, como independiente.
La junta se celebrará exclusivamente de forma telemática, sin presencia física de accionistas ni representantes, y abordará, además de los cambios en el órgano rector, la aprobación de las cuentas del ejercicio 2024 y la aplicación de resultados. Se someterá a votación el reparto de un dividendo total de 0,8 euros por acción, de los cuales ya se abonaron 0,2 euros en enero, y el próximo 8 de julio se pagarán los 0,6 euros restantes.
El encuentro estará marcado por el apagón eléctrico del 28 de abril, un incidente que sigue generando controversia. A pesar de los informes presentados por el Comité de Investigación del Gobierno, Red Eléctrica y las grandes eléctricas (aelec), aún no se ha esclarecido de forma concluyente la responsabilidad del fallo, ya que cada parte ha señalado a la otra.
La transparencia será una demanda central en la junta. Diversos accionistas minoritarios internacionales, liderados por Aemec (Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas) y respaldados por Better Finance y la World Federation of Investors, han anunciado su intención de intervenir. Pedirán a la dirección de Redeia un compromiso firme con el buen gobierno corporativo y la claridad en la gestión del incidente, ante lo que consideran una «falta de información» por parte de la compañía.
Con estos cambios en el consejo y bajo la presión por mejorar su gobernanza, Redeia se enfrenta a una jornada decisiva para su imagen pública y su relación con los inversores, en un contexto de transformación del sector energético y creciente exigencia de responsabilidad corporativa.