La recién nacionalizada British Steel ha anunciado este lunes el nombramiento de Allan Bell como nuevo consejero delegado (CEO) y de Lisa Coulson como directora comercial, ambos en calidad de interinos. El anuncio llega apenas dos días después de que el Parlamento británico aprobase, en sesión extraordinaria, la intervención pública del grupo industrial, hasta ahora propiedad del conglomerado chino Jingye.
Bell, que lleva 14 años en la compañía, asumirá el liderazgo tras haber ocupado previamente el puesto de director comercial, funciones que ahora quedarán en manos de Coulson. Con 19 años de trayectoria en British Steel, Coulson estaba hasta ahora al frente de las áreas de estrategia y marketing.
“Nuestro único objetivo es garantizar un futuro seguro y sostenible para la producción de British Steel en Scunthorpe. Nuestras prioridades inmediatas son asegurarnos el suministro de materias primas para mantener la actividad de los altos hornos. Esperamos trabajar en estrecha colaboración con el Gobierno, los sindicatos y los trabajadores de Scunthorpe”, ha declarado Bell en un comunicado.
El Ejecutivo británico ha intervenido la compañía a través de la nueva Ley de la Industria Siderúrgica (Medidas Especiales), una decisión respaldada por ambas cámaras del Parlamento. Downing Street justificó la medida señalando que permitir el cierre de la fábrica haría mucho más costosa y complicada su reactivación en el futuro.
A finales de marzo, British Steel había iniciado el proceso de consultas para cerrar sus dos altos hornos, reducir la capacidad de laminación y cesar la producción de acero en su planta principal, lo que ponía en riesgo cerca de 2.700 empleos en la localidad inglesa.
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