Revolut ha anunciado el nombramiento de Béatrice Cossa-Dumurgier como consejera delegada para Europa Occidental, encargada de liderar la nueva sede del neobanco en el Viejo Continente. Esta nueva sede estará ubicada en París y funcionará como el centro de operaciones bancarias de Revolut para la región de Europa Occidental, mientras que la sede global continuará en Londres y la sede para toda la Unión Europea permanecerá en Lituania.
Uno de los objetivos principales de Cossa-Dumurgier será obtener la licencia bancaria de Revolut en Francia, un paso clave que permitirá a la entidad fortalecer su presencia y operar con mayor autonomía dentro del mercado francés.
Actualmente, la supervisión global de todas las entidades bancarias de Revolut está en manos de Sid Jajodia desde Londres, y Joe Heneghan sigue al frente de la sede europea en Lituania. Sin embargo, con esta nueva estructura, Revolut refuerza su apuesta por descentralizar sus operaciones y potenciar su crecimiento en mercados clave como el francés.
La trayectoria de Béatrice Cossa-Dumurgier
Béatrice Cossa-Dumurgier cuenta con una trayectoria profesional destacada, habiendo trabajado durante 15 años en BNP Paribas, donde ocupó puestos de alta responsabilidad, entre ellos la dirección de la Banca Retail y de BNP Paribas Personal Investors. Además, ha desempeñado cargos en el Ministerio de Economía y Finanzas de Francia y en la consultora estratégica McKinsey.
Antes de unirse a Revolut, Cossa-Dumurgier fue directora de operaciones de Believe, una compañía de servicios de música digital, y también ha sido consejera independiente en Peugeot Invest y Société Générale, aunque ha dejado esta última para asumir su nuevo rol.
Sobre su nombramiento, la ejecutiva señaló: «Revolut está liderando el proyecto bancario más ambicioso de Europa en la actualidad, y estoy orgullosa de tener la oportunidad de desempeñar un papel clave en él. Estoy totalmente comprometida a poner mi experiencia al servicio de nuestros clientes, con la ambición de construir una confianza duradera, no solo con ellos, sino también con todo el ecosistema bancario francés y europeo«.
Este movimiento estratégico confirma la intención de Revolut de expandir su huella en Europa Occidental y adaptarse a las regulaciones locales, impulsando su crecimiento en un mercado altamente competitivo y regulado.
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