Los hermanos Ana Botín y Javier Botín, figuras clave en el Banco Santander, han recibido acciones de la entidad tras la liquidación de una sociedad tenedora de títulos. La operación, que ha supuesto la disolución del condominio, fue formalizada el pasado martes y comunicada oficialmente a la CNMV el viernes.
Tanto la presidenta del Santander, Ana Botín, como su hermano consejero externo y presidente de la Fundación Botín, recibieron 16.964 acciones cada uno como parte del proceso de adjudicación derivado de la extinción de la citada sociedad.
Tras la operación, Ana Botín pasa a controlar de forma individual un total de 33,85 millones de títulos del Santander, lo que representa el 0,227% del capital social del banco. A esta participación directa se añaden 1,07 millones de opciones sobre acciones que ha recibido como parte de su retribución variable.
Por su parte, Javier Botín mantiene bajo su control algo más de 31 millones de acciones, una cifra significativa que se refuerza al incluir la participación sindicada de la familia Botín y la Fundación Botín. En conjunto, esta participación asciende a cerca de 190 millones de acciones, lo que representa el 1,27% del capital del banco. Según estimaciones actuales, esta participación tiene un valor de mercado aproximado de 1.320 millones de euros.
Este movimiento refuerza el peso accionarial de la familia Botín en Santander, en un contexto en el que el banco mantiene su posición como uno de los pilares del sistema financiero español e internacional.
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