El expresidente Donald Trump logró victorias en los estados clave de Carolina del Norte y Georgia, dos de los siete estados que se consideran determinantes en la contienda. Para alcanzar la victoria, la candidata demócrata Kamala Harris probablemente deberá asegurarse un triunfo en Pensilvania, Michigan y Wisconsin, aunque Trump lleva ventaja en estos tres estados.
Donald Trump, candidato republicano en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, ha sumado los votos electorales de Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania aportando 32 votos cruciales para alcanzar los 270 necesarios para ganar la elección.
Tanto Georgia como Carolina del Norte son parte de un grupo de siete estados que Trump y su oponente, la actual vicepresidenta Kamala Harris, consideran esenciales para asegurar la victoria.
Georgia, en particular, fue un estado especialmente disputado en las elecciones de hace cuatro años, cuando Trump pidió un nuevo recuento debido al estrecho margen por el que perdió frente a Joe Biden.
En las últimas horas, Harris habría asegurado el estado de Virginia, ganando 13 votos electorales más. Hasta ahora, la vicepresidenta ha alcanzado 153 votos en el Colegio Electoral.
Primer «estado clave» para Trump
En las primeras proyecciones, a las 3:30 hora peninsular, Trump lideraba en Georgia con el 52% frente al 47% de Harris, con un 77% de los votos escrutados. En Carolina del Norte, con un 55% de los votos contados, Trump mantenía un 51% frente al 48% de Harris.
Una hora y media después, la tendencia continuaba, consolidando la victoria de Trump en Carolina del Norte, el primer estado clave en confirmar sus resultados. Esto le permitió aventajar a Kamala Harris en el Colegio Electoral, con un 51% frente al 48% para Harris, y un 89% de los votos escrutados.
A la misma hora en Georgia, con más del 95% de los votos contados, Trump lideraba con un 51% frente al 48% de Harris, una diferencia aproximada de 135.000 votos.
De los siete estados clave, aún restan cinco por definirse. Sin embargo, las proyecciones favorecen a Trump en Pensilvania, Michigan y Wisconsin, mientras que en Arizona y Nevada todavía es temprano para tener resultados concluyentes.
Celebran los inversores
Desde la madrugada, los inversores han comenzado a tomar posiciones, siguiendo la tendencia de las últimas semanas en las que las encuestas favorecieron a Donald Trump. Los futuros de Wall Street suben, el dólar se fortalece frente a otras divisas y la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense aumenta. Un posible retorno de Trump a la Casa Blanca anticipa una reducción de impuestos para las grandes empresas (prometió reducir el impuesto de sociedades del 21% al 15%), junto con un aumento de aranceles que podría impulsar la inflación y desequilibrar las cuentas públicas. Mientras tanto, en Europa, los futuros retroceden un 0,5%. A estas horas, Trump lidera frente a Kamala Harris con 247 votos electorales contra 210, según proyecciones de los principales medios. Aunque el resultado final dependerá de unos pocos estados clave, la ventaja de Trump en lugares como Pensilvania dificulta una remontada demócrata.
Las bolsas en Estados Unidos muestran un aumento generalizado tras cerrar en positivo el lunes. Los futuros del Dow Jones suben un 1,2% luego de un alza del 1,02% el martes, mientras que los del Nasdaq ganan un 1,3%. El índice Russell 2000 de empresas pequeñas y medianas, percibido como beneficiario de una victoria republicana por su enfoque en el mercado interno, sube un 2,3% en sus futuros. En Europa, el Euro Stoxx 50 cae un 0,7%, apuntando a una apertura en negativo. Las políticas arancelarias de Trump, que prevén aumentos de aranceles para China y la Unión Europea, podrían afectar a empresas exportadoras en ambas regiones. En Asia, el Nikkei de Tokio sube un 1,7%, mientras que el índice de Shanghái retrocede un 0,14% y el Hang Seng de Hong Kong cae un 2,77%. El precio del petróleo baja un 2,3%, situándose por debajo de los 74 dólares, en respuesta a la promesa de Trump de incrementar la producción de crudo, lo cual incrementaría la oferta.
Mercado de divisas
El mercado de divisas muestra el cambio más destacado. El dólar avanza un 1,87% frente al euro, alcanzando su nivel más alto desde julio, situándose en 1,073 dólares por euro, en lo que ha sido la mayor subida desde el inicio de la pandemia en 2020. Las operaciones de inversores que anticipaban la victoria de Trump han impulsado al dólar, con expectativas de un crecimiento económico más fuerte, pero también mayor inflación y déficit público. Este panorama sugiere que las tasas de interés podrían no bajar. Hace un mes, los futuros del mercado asignaban una probabilidad del 60% a una reducción de tasas al 3,75%-4% en marzo; ahora, esta probabilidad ha disminuido al 20%, mientras que las expectativas de una menor reducción, al 4,25%-4,5%, han aumentado al 28%.
El dólar depende en gran medida de las tasas de interés a largo plazo, que influyen en los flujos de capital internacionales. La rentabilidad de los bonos del Tesoro a 10 años ha subido 14 puntos básicos, alcanzando el 4,46%, ante la posibilidad de que los recortes de impuestos de Trump y otros planes de gasto aumenten el déficit. Según Safra Sarasin Sustainable AM, una presidencia de Trump podría «provocar mayores déficits presupuestarios en EE. UU., elevando aún más los rendimientos a largo plazo de la deuda pública». En octubre, cuando Trump comenzó a liderar en las encuestas, los bonos a 10 años subieron más de 60 puntos básicos. Actualmente, el déficit público de EE. UU. es del 6,3% del PIB, con una deuda pública del 118%.
Otro aspecto clave de la jornada electoral es el control del Senado y la Cámara de Representantes. Si Trump gana y el Partido Republicano logra una mayoría en ambas cámaras, su capacidad para reformular la política económica se vería ampliada, especialmente en materia de aranceles e impuestos. Sin embargo, Morgan Stanley advierte que las preocupaciones fiscales podrían elevar los rendimientos si se confirma una victoria republicana total. De momento, los republicanos ya han recuperado el control del Senado, aunque no forman un bloque unificado, y algunos senadores se oponen a ciertas políticas de Trump, particularmente en temas presupuestarios y el apoyo a Ucrania.
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