Esta semana será clave para dos figuras del Gobierno de Pedro Sánchez, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quienes se enfrentarán a debates cruciales en el Congreso de los Diputados. Mientras las políticas de vivienda se ven cada vez más presionadas por las movilizaciones ciudadanas y las exigencias de los socios de izquierda, las medidas laborales impulsadas por Díaz serán objeto de una moción de censura presentada por Vox.
Isabel Rodríguez bajo presión por la crisis de la vivienda
Este miércoles 23 de octubre, Isabel Rodríguez comparecerá en el Congreso en un ambiente cargado por las crecientes protestas ciudadanas en torno al acceso a la vivienda y el alquiler. Las manifestaciones recientes en Madrid y Valencia, que reunieron a más de 35.000 personas, han aumentado la tensión política sobre una cuestión que se ha convertido en una de las principales preocupaciones sociales del país. La ministra enfrentará a una oposición que le acusa de inacción, así como a sus propios socios de izquierda que piden medidas más drásticas, como la intervención de precios y la suspensión de la venta de viviendas a fondos de inversión.
Sumar, Podemos y otros partidos afines consideran que el gobierno no ha actuado lo suficientemente rápido ni con contundencia en la aplicación de la Ley de Vivienda, que permite declarar zonas de alquiler tensionadas para limitar los precios. El portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, calificó esta cita como un «parteaguas» debido a la «paciencia agotada» de la ciudadanía y la oleada de movilizaciones. El partido ha exigido que se condicionen los fondos destinados a las comunidades autónomas a que estas apliquen la ley de forma efectiva.
Por su parte, los partidos de la derecha, como el PP, critican las políticas intervencionistas del Ejecutivo, argumentando que estas han reducido la oferta de alquiler y, en consecuencia, han aumentado los precios. Los populares, que gobiernan en la mayoría de las comunidades autónomas, se han negado a aplicar la declaración de zonas tensionadas en sus territorios, y defienden un enfoque basado en incentivos fiscales para propietarios y una liberalización del suelo para fomentar la construcción.
El enfoque de Isabel Rodríguez
Ante estas críticas, desde el Ministerio de Vivienda aseguran que la comparecencia es «una oportunidad» para explicar las políticas que se están desarrollando, como la construcción de 184.000 viviendas públicas asequibles, el Bono Alquiler Joven y un sistema de registro contra el fraude en los contratos de alquiler turístico. Rodríguez también destacará la complejidad del reparto competencial en vivienda, subrayando que la colaboración de todas las administraciones es esencial para abordar la crisis.
Vox apunta a Yolanda Díaz en una moción de censura
En paralelo, Yolanda Díaz también tendrá que defenderse en el Congreso ante una moción de reprobación impulsada por Vox. El partido de Santiago Abascal ha pedido la destitución inmediata de la vicepresidenta, acusándola de «incompetencia» en la gestión laboral, y señala que sus políticas han llevado a una «nefasta situación» para los trabajadores.
La moción de Vox se centra en reducir las cargas impositivas y burocráticas sobre empresas y trabajadores, con propuestas como la bonificación del 100% de las cotizaciones sociales para empleos indefinidos en el primer año, y la exoneración de las cuotas para autónomos con ingresos por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. También cargan contra las regulaciones basadas en la «ideología de género» y el «fanatismo climático», argumentando que estas están desconectadas de los problemas reales de los españoles.
Un Congreso dividido y polarizado
El pleno del Congreso reflejará esta semana un escenario polarizado en torno a dos de los temas más sensibles: vivienda y trabajo. Mientras que Isabel Rodríguez se enfrenta a las demandas de intervención en el mercado inmobiliario por parte de la izquierda, y a la resistencia de la derecha, Yolanda Díaz defenderá su política laboral en medio de una creciente ofensiva de la ultraderecha. En ambos casos, los resultados de estos «exámenes» podrían marcar el rumbo del Gobierno en los próximos meses.
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