Una denuncia formal contra Shein presentó la Organización Europea de Consumidores (BEUC) –que integra a las españolas ASUFIN y CECU– ante la Comisión Europea por el uso sistemático de “patrones oscuros” en su plataforma.
Los consumidores aseguran que Shein induce al sobreconsumo mediante técnicas digitales manipulativas.
Según la BEUC, estas estrategias empujan a los usuarios a gastar más de lo previsto, dificultan el acceso a información clave y obstaculizan la toma de decisiones informadas.
Entre las prácticas señaladas figuran el confir-shaming —mensajes como “no quiero ahorrar dinero” al rechazar promociones—, el scroll infinito que impide revisar condiciones de compra, y el nagging, que bombardea con mensajes insistentes para forzar acciones.
El organismo exige a la Comisión que actúe si Shein no corrige estas prácticas, pues «fomentan el consumo masivo» y agravan los impactos ambientales y sociales de la moda rápida.
La defensa de Shein
Shein afirma colaborar “constructivamente” con las autoridades, aunque lamenta que la BEUC haya rechazado una reunión para dialogar.
La Comisión Europea ya investiga a la compañía desde febrero por vulnerar la normativa comunitaria, e instó en mayo a corregir sus políticas.
Mientras tanto, el gigante chino también sufre en Estados Unidos. Los aranceles de Donald Trump están impactando en su actividad digital: los usuarios activos diarios de Shein cayeron un 25% en mayo respecto a marzo, y sus descargas en la App Store se desplomaron.
Además, su inversión publicitaria en el país descendió un 70% interanual.
La pérdida de exenciones fiscales para paquetes pequeños ha erosionado su competitividad, y la UE y Reino Unido se preparan para seguir el mismo camino.
Shein canceló su plan de salir a bolsa en Londres y ahora enfoca su estrategia en una OPV en Hong Kong.
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