Duro Felguera volvió a cotizar este viernes, tras haber permanecido suspendida durante varias semanas. Sin embargo, no tuvo buenas noticias.
La empresa sufrió una caída del 32%, situando su acción en 0,34 euros, frente al cierre de 0,504 euros al que llegó el 22 de noviembre.
La reanudación de la negociación fue posible después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) levantara la suspensión cautelar, tras la presentación por parte de la compañía del preconcurso de acreedores y su demanda contra la energética argelina Sonelgaz, a la que reclama 413 millones de euros.
La empresa asturiana, que solicitó ante los Juzgados de lo Mercantil de Gijón la comunicación de negociación con acreedores, busca iniciar un proceso de reestructuración para asegurar su viabilidad futura y proteger el empleo.
Este proceso está regulado por el artículo 585 de la Ley Concursal y permitirá a Duro Felguera negociar con sus acreedores un plan de reestructuración.
La compañía también podrá abordar los litigios que enfrenta, particularmente aquellos relacionados con el proyecto Djelfa en Argelia.
Los compromisos de Duro Felguera
La compañía informó que continuará con su actividad habitual y ejecutará los proyectos en curso.
No obstante, se enfrentará a la demanda de Sonelgaz, solicitando además compensaciones por los daños y perjuicios ocasionados.
En un comunicado, la compañía también señaló que procederá a reexpresar las cuentas de los ejercicios 2022 y 2023, así como los estados financieros intermedios consolidados correspondientes a junio de 2024.
Estos estados financieros serán aprobados por el consejo de administración la próxima semana.
En cuanto a sus resultados más recientes, Duro Felguera reportó pérdidas de 26,3 millones de euros en el primer semestre de 2024, en contraste con los beneficios de 1,56 millones obtenidos en el mismo periodo de 2023.
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