Los equipos directivos de Commerzbank y UniCredit han iniciado conversaciones sobre lo que podría convertirse en la primera gran operación bancaria entre entidades de distintos países en los últimos años. En lugar de llevarse a cabo en la conferencia de inversores en Londres, como se había previsto, las discusiones se realizaron de manera virtual, a petición de Bettina Orlopp, quien hasta ahora era la directora financiera y ha sido nombrada recientemente como nueva CEO del banco alemán para enfrentar la propuesta de los italianos.
Sede Commerzbank.
Andrea Orcel, CEO de UniCredit, presentó en el encuentro lo que ya había comunicado previamente al público, mientras que Orlopp compartió los objetivos comerciales de la entidad, según ha confirmado la agencia de noticias Bloomberg. Aún no se ha realizado ninguna oferta pública de adquisición y las revisiones regulatorias preliminares siguen en marcha. Aunque fue una reunión de inversores y no una negociación formal, ambas partes expresaron su intención de «conocerse mejor» en preparación para «los acontecimientos futuros».
Orcel compartió su perspectiva sobre Commerzbank y propuso ideas para mejorar su rendimiento. Además, dejó en claro que no está interesado en un puesto en el consejo de administración. «Normalmente, no creo que los inversores deban ocupar un puesto en la junta directiva«, comentó recientemente en una conferencia del Bank of America, y añadió: «No considero apropiado que tengamos un asiento en la junta, ya que también somos competidores».
La remodelación del sistema bancario europeo
También ha sido muy claro acerca de sus intenciones: está evaluando el siguiente paso en una posible adquisición del banco. Enmarcó esta estrategia como un intento de transformar el panorama bancario europeo, alineándose con el impulso regulatorio para crear bancos más grandes que puedan competir con Wall Street. Por su parte, Orlopp mostró resistencia y subrayó que recientemente ha revisado al alza sus objetivos hasta 2027.
La clave ahora radica en el ámbito político. El Gobierno alemán ha calificado la compra del 21% de las acciones de Commerzbank como un movimiento «hostil». Por otro lado, el Gobierno italiano, que inicialmente había adoptado una postura más cautelosa, ahora expresa sus primeras reservas sobre el proyecto de adquisición y ha comenzado a plantear condiciones. El viceprimer ministro, Matteo Salvini, ha declarado que no le gustaría que Unicredit trasladara su sede a Alemania como parte del acuerdo.
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