La salida de Javier Echenique del consejo de administración de Telefónica deja un hueco difícil de llenar, tanto a nivel profesional como personal. Este empresario y financiero navarro, pieza clave en el órgano directivo de la teleco, deja un vacío que no solo se medirá en términos de experiencia, sino también de liderazgo y cercanía. Sin embargo, la compañía debe seguir adelante y abordar un reemplazo, una decisión que probablemente tomará forma en la próxima reunión del consejo, aunque todavía bajo el impacto de esta pérdida.
Saudi Telecom, en la lista de espera
Una de las primeras opciones para ocupar este asiento apunta directamente al grupo Saudi Telecom Company (STC). Con una participación cercana al 10% en Telefónica, STC tiene derecho a un puesto en el consejo, pero hasta ahora no ha movido ficha para formalizar su propuesta. El Gobierno español dio luz verde a finales de noviembre para convertir los derivados de STC en acciones con pleno derecho, pero aún no hay avances concretos.
Los rumores sobre cómo encajar a STC en el consejo ya venían sonando antes del fallecimiento de Echenique. Analistas señalaban a dos consejeros independientes veteranos como posibles opciones para ceder su lugar: el propio Echenique y Peter Löscher. De hecho, algunos sugieren que este movimiento podría abrir la puerta a un cambio doble en el consejo, incorporando a un representante masculino de STC y a una nueva consejera independiente femenina.
Gobernanza, equilibrio y estrategia para Telefónica
Este doble ajuste no sería solo una cuestión de protocolo. Por un lado, Telefónica cumpliría con los estándares de gobernanza corporativa marcados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que incluyen un equilibrio de género (40% de mujeres en el consejo) y mantener el porcentaje de consejeros independientes en al menos un 50%. Por otro lado, garantizaría que los intereses de STC, encabezados por Olayan Al-Wetaid, tengan representación directa en el órgano que define el rumbo de la empresa.
Además, este enfoque evita escenarios más complejos, como la salida de Javier de Paz, otro consejero relevante con conexiones estrechas dentro del Gobierno.
¿Qué está en juego?
El consejo de administración es el epicentro estratégico de Telefónica, una compañía que se mueve en un sector tan competitivo como el de las telecomunicaciones. Las decisiones sobre quién ocupa estas sillas no solo afectan la dinámica interna, sino también las relaciones de poder entre los accionistas y el equilibrio entre los diferentes intereses en juego.
Con este posible ajuste, Telefónica podría seguir avanzando hacia un modelo de gobernanza moderno, mientras equilibra las demandas de sus socios estratégicos y las normativas del mercado. Pero más allá de las cifras y los porcentajes, la pregunta clave es: ¿quién estará realmente a la altura de las expectativas que deja el legado de Echenique?
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