Los Campeones de la Sostenibilidad: Edison Next

Giovanni Brianza, CEO de Edison Next, ahonda en su compromiso con las empresas en España en su transición hacia la sostenibilidad. Un ejemplo destacado es el emblemático proyecto con Pascual, que busca lograr la neutralidad en carbono (Net Zero) en dos de sus principales plantas para 2026

Giovanni Brianza, CEO de Edison NextGiovanni Brianza, CEO de Edison Next

La sostenibilidad forma parte del ADN de Edison Next. La empresa del Grupo Edison nació en 2022 con la misión de acompañar a empresas, administraciones públicas y territorios en su camino hacia la descarbonización y la transición ecológica. Edison Next opera en Italia y España, con más de 3.700 empleados en 2.300 instalaciones públicas y privadas, 300 ciudades y más de 70 sitios industriales. Para esta compañía, la sostenibilidad no solo significa reducir el impacto ambiental, sino también preservar la competitividad de sus clientes y garantizar impactos positivos a nivel social para los territorios. Giovanni Brianza, CEO de Edison Next, explica cómo abordar este desafío.

El tema de la energía está cobrando cada vez más importancia. ¿Cuáles son las dimensiones fundamentales en las que actuar para alcanzar los desafiantes objetivos de descarbonización que enfrentamos?

La transición energética es un desafío que se articula en cuatro dimensiones. La tecnológica, porque la transición no se realiza con una sola tecnología, sino con muchas. Es necesario construir trayectorias que combinan soluciones ya maduras, como la eficiencia energética y la energía fotovoltaica, con tecnologías de mediano plazo, como el biometano, y con otras más futuristas, en las que es necesario invertir para crear el futuro de la transición, como la captura de carbono y el hidrógeno.

La segunda dimensión, que desde mi punto de vista es fundamental y caracteriza nuestra actividad diaria, es el territorio: hablar de transición energética significa involucrar a los territorios donde se desarrollan las actividades y activar un diálogo constructivo para crear las condiciones necesarias que permitan la transición energética.

La tercera dimensión es la financiera: aquella que las industrias querrán asignar a la descarbonización, aquella que el sector público debe destinar, especialmente a las tecnologías menos maduras, y aquella que los operadores energéticos, como nosotros, pueden poner a disposición para hacer posible la transición energética.

El último ingrediente necesario son las competencias: es indispensable formar a un número cada vez mayor de profesionales capaces de enfrentar los numerosos desafíos de la descarbonización. Estas cuatro dimensiones subrayan la importancia de crear un sistema integrado entre todos los actores en los territorios y construir un diálogo y un intercambio que se articule en tres niveles: ambiental, social y de competitividad.

¿Puede explicar cómo se concreta su compromiso en este ámbito?

Edison Next nació precisamente con la misión de acompañar a empresas, administraciones públicas y territorios en un proceso de descarbonización que respalde los tres niveles: ambiental, social y de competitividad. Lo hacemos a través de una plataforma de servicios, tecnologías y competencias que abarca desde soluciones para la autoproducción y el intercambio de energía, y la eficiencia energética, hasta el desarrollo de gases verdes como el hidrógeno y el biometano, soluciones para la movilidad sostenible que incluyen todos los vectores (eléctrico, hidrógeno y biometano), proyectos de regeneración urbana y ciudades inteligentes, y soluciones para la economía circular que ayudan a nuestros clientes a utilizar los recursos de manera más consciente y sostenible. Establecemos relaciones de asociación a largo plazo, construyendo para cada cliente un camino de descarbonización que se adapte a sus necesidades específicas y que implemente con el tiempo la combinación de tecnologías más eficaz para alcanzar los objetivos de descarbonización sin comprometer su competitividad.

¿Puede relatar un caso concreto de un proyecto exitoso de descarbonización iniciado por Edison Next en España?

Un caso ejemplar es el iniciado con Pascual, un grupo español dedicado a la producción de leche y alimentos sostenibles, saludables y 100% locales, que eligió a Edison Next para implementar un plan de descarbonización en sus plantas de Aranda de Duero, cerca de Burgos, y Gurb, en la provincia de Barcelona. El objetivo es que ambos sitios alcancen el nivel de emisiones netas cero para 2026.

El plan de descarbonización comenzó con una serie de intervenciones de mejora de la eficiencia energética, como la optimización del aire comprimido y la recuperación de residuos industriales. Continuó con la introducción de soluciones de autoproducción de energía renovable y para la economía circular. En particular, en abril de 2022 se instaló en la planta de Gurb un sistema fotovoltaico con una potencia pico de aproximadamente 1,4 MW, que, gracias a más de 3.000 paneles fotovoltaicos instalados en el techo, cubre alrededor del 14% de las necesidades energéticas del sitio. Posteriormente, en noviembre de 2024, se puso en operación un sistema fotovoltaico en la planta de Aranda con una potencia pico de aproximadamente 2,7 MW, que cubre casi el 6% de las necesidades energéticas de esa instalación. También en Aranda se llevaron a cabo intervenciones que permiten la recuperación de aguas industriales, contribuyendo a preservar este valioso recurso, y está en curso la mejora de la planta existente de producción de biogás para convertirla en una instalación de producción de biometano que pueda ser inyectado en la red. En conjunto, las intervenciones en ambos sitios permiten evitar la emisión de aproximadamente 24.000 toneladas de CO2 al año y acercarse al objetivo de emisiones netas cero.

plantas de Aranda de Duero

plantas de Aranda de Duero

Edison Next también presta gran atención a los aspectos sociales de la sostenibilidad. En este ámbito, está llevando a cabo un ambicioso proyecto relacionado con las escuelas. ¿En qué consiste?

Es un proyecto que valoro mucho, ya que tiene un impacto en el futuro de las nuevas generaciones y convierte la energía en el motor del desarrollo, también social, de los territorios. La idea surgió de mi experiencia como padre de dos niños pequeños: gestiono su logística vespertina con la misma dificultad que ese 48% de parejas italianas en las que ambos padres trabajan y deben organizar las actividades extracurriculares de sus hijos, como deporte, catequesis o idiomas. Decidimos analizar la situación actual de las escuelas italianas, especialmente las primarias y secundarias de primer grado, con el objetivo de mejorarlas para convertirlas en lugares aún más centrales en la vida de la comunidad. Estamos hablando de 24.000 edificios con una edad promedio de 56 años y recursos limitados. Por ejemplo, solo el 43% tiene un gimnasio y el 36% una cafetería, y son poco eficientes desde el punto de vista energético; apenas el 7% ha llevado a cabo intervenciones de eficiencia energética.

Los espacios están sobredimensionados porque fueron diseñados en la época del baby boom, mientras que hoy nacen menos de 400.000 niños al año, con una tendencia a la baja. Basándonos en estas consideraciones, hemos construido un modelo innovador de escuela que optimiza los espacios existentes y genera oportunidades para estudiantes y comunidades, manteniendo la coherencia con el sistema educativo actual y la plena propiedad por parte de los municipios.

Para lograrlo, primero es necesario extender el horario de apertura de los edificios escolares, cubriendo las tardes y parte del verano, maximizando así el uso de una infraestructura que hoy se aprovecha sólo el 20% del tiempo. Además, se requieren intervenciones de infraestructura y eficiencia energética para transformar estas estructuras en instalaciones energéticamente eficientes, equipadas con espacios educativos, deportivos y multifuncionales necesarios para las actividades extracurriculares destinadas tanto a estudiantes como a la comunidad en general. Estas acciones podrían reducir el consumo energético de las escuelas en un 25%, liberando recursos por 250 millones de euros al año y evitando la emisión de aproximadamente 630.000 toneladas de CO2 anuales.

Los 13.000 millones de euros de inversión podrían cubrirse hasta en un 50% con inversiones privadas. Este modelo, que combina la colaboración público-privada, permite que las escuelas evolucionen y se conviertan cada vez más en puntos de referencia para barrios y ciudades.

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