«Estamos navegando entre dos riesgos«, dijo Jerome Powell en su última rueda de prensa como presidente de la Reserva Federal (Fed), dejando claro que la política monetaria de Estados Unidos se encuentra en un delicado equilibrio.
La Fed anunció una nueva reducción de los tipos de interés de 25 puntos básicos, colocando el rango en un objetivo del 4,25% al 4,50%. Pero Powell admitió que esta decisión no fue sencilla: «La tomamos por los pelos«. El dilema era claro: proteger la estabilidad de los precios sin dañar demasiado el mercado laboral.
Jerome Powell habla de un giro hacia la cautela
Con una inflación más alta de lo previsto este año y unas expectativas que no bajan del todo, Powell justificó un enfoque más prudente para los recortes futuros. «Estamos considerablemente más cerca de unos tipos neutrales, esos que ni aceleran ni frenan el crecimiento«, explicó. Según Powell, esto indica que el famoso «techo» de los tipos podría haberse elevado.
El mensaje clave: los ajustes serán más lentos, y cada paso estará basado en datos frescos. «No seguimos ningún rumbo preestablecido«, aseguró, dejando claro que el enfoque será flexible y adaptativo.
El mercado laboral, bajo la lupa
A pesar de los temores de enfriamiento, Powell describió al mercado laboral como «sólido, pero más flojo» que antes de la pandemia. La creación de empleo ha bajado a niveles que, según el presidente de la Fed, ya no impulsan al alza la tasa de desempleo. Y lo más interesante: no creen que sea necesario enfriar más el mercado para que la inflación baje al 2%.
«El ajuste está siendo gradual y ordenado«, explicó Powell, destacando que este enfoque permite a la economía adaptarse sin generar sobresaltos innecesarios.
¿Y ahora qué?
Con un ojo puesto en la estabilidad de precios y otro en el mercado laboral, Powell reafirmó que el futuro de los tipos dependerá de cómo evolucionen los datos y las perspectivas económicas. Lo que está claro es que el 2024 se presenta con ajustes más contenidos, sin descartar giros en caso de necesidad.
Por ahora, la Fed sigue pisando el freno, pero con la mirada fija en evitar que la economía pierda el equilibrio.
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