Remo Ruffini, presidente y CEO de Moncler, acaba de consolidar aún más su control sobre la marca de moda de lujo especializada en prendas de abrigo, tras alcanzar un acuerdo clave con el gigante francés LVMH. Este acuerdo permitirá a Ruffini impulsar nuevas inversiones en la empresa italiana, fortaleciendo al mismo tiempo el liderazgo de LVMH en el sector del lujo.
Moncler, con sede en Milán, ha sido uno de los grandes éxitos del sector en los últimos años y ha estado en el radar de varios grupos de lujo que la veían como un objetivo atractivo para una adquisición o fusión. Sin embargo, con este movimiento, Ruffini y LVMH refuerzan el futuro de la compañía bajo un liderazgo estable.
LVHM adquiere el 10% de Moncler
El acuerdo, anunciado el jueves, detalla que LVMH adquirió el 10% de Double R, el vehículo de inversión controlado por Ruffini Partecipazioni, que actualmente ostenta el 15,8% de las acciones de Moncler. Con esta inversión, Double R planea aumentar su participación en la compañía hasta el 18,5% en un plazo de 18 meses, financiado por LVMH, que a su vez aumentará su participación en Double R hasta el 22%.
En los últimos meses, algunos inversores de Double R habían abandonado el vehículo y vendido sus participaciones en Moncler, lo que redujo el control de Ruffini sobre la empresa. Pero este nuevo acuerdo no solo refuerza su papel como el mayor accionista, sino que además otorga a LVMH una posición más estratégica dentro de Moncler, ya que podrán designar a dos miembros en el consejo de Double R y uno en el consejo de administración de Moncler.
El sector del lujo, especialmente en China, uno de sus mercados clave, ha estado enfrentando incertidumbres debido a la desaceleración económica y la crisis inmobiliaria. No obstante, Moncler ha sabido resistir, logrando un crecimiento del 11% en ingresos durante el primer semestre del año, con un impulso notable en Asia, donde registró un crecimiento de dos dígitos.
Este movimiento no solo afianza a Ruffini al frente de Moncler, sino que también coloca a LVMH en una posición aún más dominante dentro del sector, en un momento en el que los inversores observan con cautela el futuro del mercado del lujo.
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