El giro hacia la competitividad que se percibe en la Unión Europea (UE), no solo como respuesta a las políticas de Estados Unidos, ha generado un creciente interés por parte de los principales inversores internacionales. Según Ana Botín, presidenta de Banco Santander, esta es una oportunidad que Europa no puede dejar escapar.
«Nunca había visto un interés tan grande por parte de los grandes inversores estadounidenses e internacionales, los grandes fondos de pensiones, todos, en invertir en Europa», comentó la banquera española durante una conferencia organizada por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF). «Ni siquiera antes de la crisis financiera», añadió, subrayando el impacto positivo que esto tiene para el Viejo Continente.
Ana Botín percibe una mayor competitividad
Botín también destacó que este «cambio de aires» en Europa, que se percibe hacia una mayor competitividad, no es algo que haya sucedido de la noche a la mañana ni por el liderazgo de Donald Trump. Más bien, se trata de una demanda de cambio por parte de los ciudadanos europeos, que buscan un futuro económico diferente. «Los ciudadanos europeos quieren algo diferente», afirmó.
En su discurso, la presidenta del Santander señaló que los cambios políticos en la Comisión Europea reflejan este voto de los ciudadanos por un cambio, algo que también ha sucedido en los Estados Unidos, pero a una escala distinta, con un estilo muy propio de Europa.
Aunque la situación europea es compleja y variada, Botín identificó como «punto de inflexión» el levantamiento del ‘freno de la deuda’ en Alemania. Sin embargo, advirtió que no toda Europa se encuentra en la misma situación fiscal, por lo que es necesario movilizar la inversión privada. Para lograrlo, «necesitamos a los bancos», destacó.
Los negocios con Europa son costosos
En cuanto a los costes de hacer negocios en Europa, la banquera destacó que «es un impuesto tan malo como los aranceles». Por ello, abogó por una mayor eficiencia en la supervisión y regulación, favoreciendo el crecimiento de las entidades bancarias, aunque subrayó que esto no significa una desregulación.
Botín también celebró el proyecto de crear lo que denomina «la Unión de Ahorros», que parece referirse a la Unión de Mercados de Capitales y Banca con un nuevo enfoque. A su juicio, Europa no puede esperar entre tres y cinco años para impulsar el crecimiento y el rearme del continente. Es «una gran noticia», pero también «una urgencia».
Sobre las reservas de capital acumuladas por los bancos europeos, Ana Botín insistió en la necesidad de liberarlas para impulsar la economía. «Simplemente déjenos usar los buffers. Los necesitamos ahora», afirmó con firmeza.
Para Botín, la prioridad es impulsar la economía de Europa, ya que esto será clave para su supervivencia. La defensa, la transición climática y la tecnología representan grandes oportunidades para el crecimiento. Además, recordó que «tenemos cientos de miles de millones en los bancos europeos listos para prestar», y lo único que falta es liberarlos para que contribuyan a la recuperación económica de Europa.
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