Quienes tienen perro lo saben bien: no hay nada como trabajar junto a tu mascota. Cuando las tareas del día a día se multiplican y comienza a aparecer el estrés, solo una mirada de nuestro peludo puede rebajar al instante los niveles de cortisol, lo que permite que rindamos más y mejor. Tras la pandemia, el número de oficinas pet-friendly no ha dejado de crecer. Las compañías han tomado buena nota de sus ventajas, conscientes de que cuanto más tranquilos, felices y relajados estén sus trabajadores, más aumenta el rendimiento y la productividad. Una situación en la que todos ganan: el trabajador, la mascota, el entorno laboral y la empresa.
A FAVOR DEL PET-FRIENDLY
Empresas como Nestlé, Google, AirBnB, Amazon, Ben & Jerry’s o Uber llevan ya tiempo permitiendo a sus trabajadores llevar las mascotas a la oficina. Cuando en su día algunos gigantes tecnológicos comenzaron a instalar cuartos de juegos con billar y máquinas recreativas para sus empleados, las voces críticas señalaban que los trabajadores iban a perder el tiempo ante tanta distracción. Pero nada más lejos de la realidad. Estas áreas de descanso demostraron que eran sumamente eficaces a la hora de conectar a las personas y permitirles esos momentos de relax necesarios para romper un ritmo de trabajo agotador, y retomar la jornada con más fuerza y concentración.
Algo parecido pasa con los animales. Lejos de distraer a las personas, lo que hacen es convertir a la oficina en un espacio mucho más acogedor. Y eso es algo que valoran cada vez más los empleados, que son capaces de renunciar a una parte de su sueldo a cambio del bienestar emocional que supone una empresa que se preocupa por su salud mental.

Oficinas pet-friendly
SALARIO EMOCIONAL
Poder trabajar con tu mascota es parte del denominado salario emocional, que implica, más allá de contar con un buen salario, mejorar la calidad de vida del trabajador. Medidas como poder ir a la oficina con tu perro generan una mayor motivación en el empleado y un sentimiento de mayor compromiso y fidelidad hacia la empresa.
Es algo que buscan sobre todo los millennials, una generación que se decanta por las organizaciones que no solo le ofrecen un buen puesto y oportunidades profesionales, sino también sentirse a gusto en su día a día.
Teniendo en cuenta que el 43% de los hogares españoles tiene mascota, el hecho de que te dejen trabajar con tu ‘mejor amigo’ no solo te genera felicidad, sino que, además, también te soluciona el problema de tener que dejar al animal muchas horas solo en casa. Los dueños están encantados con esta medida… ¡y los animales aún más!
BENEFICIOS DE TRABAJAR JUNTO A UN ANIMAL
Está científicamente comprobado que estar con tu perro contribuye a reducir la presión arterial y tiene efectos antiestrés, ya que la sola interacción con un animal es capaz de tranquilizar a los humanos. Con un peludo cerca, las personas tienden a ser más amables y disminuye la tensión entre compañeros.
También se ha confirmado que acariciar a un perro durante unos minutos tiene beneficios cardiovasculares significativos. Ese momento de conexión con la mascota es una oportunidad única de establecer periodos de reflexión mientras se libera oxitocina, lo que aumenta la concentración y la creatividad.
Llevar un perro a la oficina hace que se creen temas de conversación entre compañeros. Refuerza el espíritu de equipo y el sentido de pertenencia a la empresa. Además, sacarle a pasear realizando breves pausas en la jornada laboral favorece la salud de los trabajadores y disminuye el riesgo de enfermedades ligadas al trabajo, como dolores de cabeza y de espalda, así como problemas digestivos o de hipertensión.
Los profesionales más jóvenes, que buscan un mayor equilibrio entre la vida laboral y la personal, son los más predispuestos a llevar a los peludos a sus lugares de trabajo. Una de las principales ventajas que observan en esta nueva forma de ir a la oficina es la posibilidad de llegar a transformar la dinámica de trabajo, lo que beneficia al equipo en su conjunto.
En las oficinas pet friendly, las personas suelen tener a su perro tumbado a los pies de la mesa, lo que regula la respiración, baja las pulsaciones y ayuda a interactuar con los demás. ¿Quién puede resistirse a hacer una caricia a un perro que te mira fijamente con sus grandes ojos, esperando una caricia?
EL CARÁCTER DE TU PERRO
Cada persona sabe cómo es su mascota y puede decidir si es apta o no para acompañarle en la oficina. En general, los perros más adecuados son aquellos que son tranquilos, sociables y poco ladradores, ya que contribuirán a crear un buen ambiente de trabajo, sin distracciones.
Los cachorros y perros jóvenes suelen tener mucha energía, y los que son muy mayores pueden estar especialmente apáticos y no querer que les molesten con caricias y atenciones. Por este motivo, los perros de edad media son ideales. En cualquier caso, lo más importante es que el animal esté bien socializado y que sea obediente. Por el contrario, no se aconseja llevar al lugar de trabajo a los perros con un comportamiento muy territorial, ni tampoco a los que son muy miedosos, ya que se mantendrán en alerta y pueden molestar al resto de compañeros con ladridos o un comportamiento temperamental.
Además, hay que entender que no a todo el mundo le gustan los animales. Por este motivo, aunque tu oficina sea pet-friendly, conviene preguntar antes a los compañeros que te rodean si se sienten molestos con la presencia de un animal en el lugar de trabajo. Seguro que hay personas que, sin ser muy amantes de los perros, al compartir tiempo con un peludo terminan ablandándose y cogiéndole cariño o perdiéndole el miedo. Si no es así, no te quedará más remedio que respetar sus tiempos y su espacio.

Oficinas pet-friendly
REQUISITOS DEL LUGAR DE TRABAJO
La política de llevar perros a la oficina depende de cada empresa, porque no existen leyes nacionales que amparen y respalden este derecho en España. Sin embargo, hay compañías que promueven esta opción sin que los trabajadores puedan exigir legalmente la presencia de su mascota en la oficina. Todo depende de la voluntad de la empresa y de que existan las condiciones en el espacio de trabajo para que el animal y los trabajadores puedan estar a gusto a lo largo de la jornada laboral.
El perro necesitará una cama o una manta, que pueden estar situadas junto a la mesa de su propietario, para que el animal se sienta tranquilo y protegido. Necesitará también un bebedero cerca, al que poder acceder siempre que lo necesite, y un comedero situado en un lugar fijo.
La oficina, además, debe tener una buena ventilación y refrigeración en verano. El hecho de estar situada en una zona cercana a zonas verdes facilita la salida del animal en los descansos. Además, si tu perro es mayor o tiene alguna dolencia física, necesitará que el acceso a la oficina no tenga escaleras que puedan suponerle un esfuerzo.
Por otra parte, será necesario mantener al perro tranquilo los ratos en los que permanezca despierto. Existen juguetes como el kong, pensados para entretener al animal. También se le pueden enseñar pequeñas tareas, como llevar documentos a la papelera o incluso encender y apagar la luz o abrir puertas, lo que hará que se mantenga entretenido y activo.
RAZAS MÁS TRANQUILAS
Hay determinadas razas de perro que son más proclives, por su temperamento, a estar en un espacio de trabajo. Los golden retriever, por ejemplo, son perfectos para ir a la oficina, ya que son sociables y tranquilos, además de fáciles de entrenar. De igual manera, los labradores retriever también suelen ser dóciles, y tienen buena disposición para compartir el espacio con otras personas, además de ser amables. De hecho, es habitual que estas dos razas sean utilizadas como perros de terapia por sus excelentes cualidades.
Los cavalier king charles spaniel son tranquilos, cariñosos y silenciosos, y por su pequeño tamaño resultan ideales para las oficinas que no disponen de mucho espacio. De igual manera, el bulldog inglés o francés no suelen ser animales que necesitan mucha actividad, por lo que disfrutarán simplemente tumbados junto a sus dueños.
Independientemente de la raza, lo mejor es comenzar llevando al animal unas horas a la semana, para que se vaya acostumbrando poco a poco a la situación y no se vea sobrepasado con todos los estímulos que se encontrará. El periodo de adaptación puede consistir en llevarle un rato en días alternos, para después ir aumentando el tiempo progresivamente, a medida que comprobemos que todo funciona correctamente y tanto tú, como el animal y los compañeros estáis cómodos con la situación.

Oficinas pet-friendly
OTRAS VENTAJAS DE TRABAJAR CON TU PELUDO
La posibilidad de conciliar vida laboral y personal es uno de los aspectos mejor valorados por los trabajadores. Tener un peludo en casa y no poderle llevarlo a la oficina supone dejarlo solo en jornadas que a veces superan las diez horas, lo que se traduce en un sentimiento de culpa y abandono respecto al animal. Esto viene acompañado de un aumento de gastos, ya que en muchos casos la solución es contratar a un cuidador que se ocupe del perro mientras se desarrolla la jornada laboral.
La Ley de Bienestar Animal prohíbe expresamente que los perros permanezcan más de 24 horas solos en el domicilio, y que estén en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos o patios solos de forma permanente. Pero no existe ninguna ley que defienda el derecho de llevar a tu animal a tu puesto de trabajo, por lo que depende de la política de la empresa o la decisión de un superior.
En este contexto, poder llevar a tu perro a la oficina supone un gran alivio para todos aquellos profesionales que tienen que dejar a su perro solo en casa mientras están trabajando. De hecho, este es el motivo por el que en otros países se potencia que los animales acompañen a sus dueños en espacios públicos.
En EE.UU. y Reino Unido existe mucha tradición de llevar el perro al trabajo. En otros países, como Sudáfrica, poder llevar a tu animal a un espacio de trabajo es algo bastante común. Los colegios de Ciudad del Cabo, por ejemplo, permiten a los niños que los viernes lleven a sus mascotas a clase, de manera que los escolares crecen en contacto con los animales, lo que implica que, cuando sean adultos, vean como algo habitual trabajar con mascotas cerca.
En los últimos años cada vez más empresas se suman al Día de llevar tu perro al trabajo, una iniciativa de Pet Sitters que comenzó en Reino Unido en 1996 y que fue adoptada por EE.UU. tres años después. Las empresas ya se han comenzado a dar cuenta y cada vez hay más oficinas pet-friendly, lo que sin duda beneficia al animal, a su dueño, a los profesionales, a la compañía y a la sociedad en su conjunto. Si lo estás pensando, no dudes en poner en marcha esta iniciativa. Pocas organizaciones que han implementado la medida de permitir a los trabajadores acudir con su mascota al trabajo se arrepienten de la decisión. ¡Por algo será!