Gran Vía 18: el nuevo templo gastronómico de Madrid con vistas privilegiadas

Gran Vía 18

Con una propuesta que conjuga diseño, vanguardia culinaria y un servicio impecable, Gran Vía 18 se consolida como el último gran proyecto de Grupo Papúa. Ubicado en la quinta planta y la azotea de WOW Concept Gran Vía, este nuevo restaurante se ha convertido en uno de los destinos gastronómicos más codiciados de la capital. Su carta, centrada en el tapeo castizo y el poder de las brasas, se complementa con una terraza de autor y una coctelería de alto nivel, todo ello bajo la emblemática silueta de la Loba Capitolina, que corona el histórico edificio del antiguo Hotel Roma.

Tradición reinterpretada con técnica

Al frente de la cocina se encuentra el chef Jairo Jiménez, que imprime su sello personal a una carta que rinde homenaje a la tradición madrileña con guiños cosmopolitas. Ejemplos de ello son su ensaladilla de verduras a la brasa con pulpo, las croquetas semilíquidas de jamón ibérico con velo de panceta Joselito, o la chistorra de Arbizu acompañada de yema de huevo de corral y piparras semidulces. Tampoco faltan propuestas vegetales como los puerros de Tudela estilo calçots, con el sello inconfundible de la casa.

Las brasas de encina son protagonistas en el apartado cárnico, con cortes como la entraña, el t-bone trinchado, la chuleta de vaca vieja madurada 80 días (raza Simmental), o el exclusivo lomo bajo de rubia gallega de diez años criado en Finisterre. Para los amantes del pescado, destacan el rodaballo a la brasa con salsa meunière a la noisette o el chipirón de anzuelo.

Alta pastelería como broche final

El apartado dulce tiene nombre propio: Carlos López, jefe de pastelería y una de las jóvenes promesas del panorama nacional, con experiencia en Coque, Dstage o Corral de la Morería. Entre sus creaciones destaca el coulant de chocolate 72% con helado caramel crunch y nueces pecanas, junto a reinterpretaciones como el risotto de arroz con leche, la tarta de queso Payoyo o un lemon pie que juega con texturas y acidez.

Un viaje al hedonismo en dos alturas

Gran Vía 18 ocupa un espacio de más de 1.000 m² dentro del edificio que albergó el Hotel Roma, inaugurado en 1915. El interiorismo, obra del estudio External Reference, recrea una residencia privada inspirada en el retrofuturismo de los años 70, con sofás curvos, librerías repletas de libros, sillas de autor y hasta un estudio de grabación vintage. La azotea, con doble terraza y capacidad para 220 comensales, se alza como un mirador gastronómico con vistas únicas a la Gran Vía y la calle Clavel.

Gran Vía 18

Gran Vía 18

Una carta informal con mucho carácter

En la terraza, la propuesta se relaja sin perder nivel. Se ofrece una carta de tapas y finger food, también diseñada por Jairo Jiménez, con opciones como el brioche de steak tartar o de anchoa 0’0, el bikini a la brasa, el taco de morro ibérico o el cachopín. Todo ello maridado con una coctelería de autor ideada por Daniel Regajo (ex StreetXo y The Gibson, Londres), que sorprende con combinaciones como el WOW Spritz (St. Germain, limón, hierbabuena, Grey Goose y champagne) o el Sky Garden (Leblon, Martini Ambrato, kiwi, manzana, jalapeño y cilantro).

Con su cuidada propuesta gastronómica, estética envolvente y ubicación privilegiada, Gran Vía 18 se postula como uno de los espacios imprescindibles para quienes buscan disfrutar de Madrid con los cinco sentidos.

© Reproducción reservada